Naolinqueños temen por su seguridad; procuran no salir de noche

La gente, dispuesta a arremeter con familiares si resultan ladrones

Karla Cancino

  · sábado 17 de febrero de 2018

En Naranjillo se han registrado varios robos con violencia que han conmocionado a los habitantes de la comunidad. Foto: Eduardo Murillo

Naolinco, Ver.- Hay temor en Naolinco. Aunque la población lleva a cabo sus actividades de manera normal, es fácil percibir el temor tras los hechos de violencia ocurridos en los últimos meses. De acuerdo con habitantes, se han cometido al menos cuatro secuestros o asaltos graves además de otro tipo de atracos menores.

La agresión cometida en días pasados en contra de un joven empresario en pleno centro de Naolinco provocó miedo entre la población, que ha decidido que después de las 9 de la noche no salir a las calles.

“Naolinco siempre ha sido un lugar muy tranquilo, por eso este tipo de casos hace que la población se ponga muy pero muy muy asustada (…) Ahorita vienes después de la nueve de la noche y ya no hay nadie en las calles, es muy raro ver gente”, aseguró una joven empleada de un negocio de zapatos, quien prefirió omitir su nombre.

Ella misma asegura que la inseguridad ha tomado por sorpresa a la población ya que aunque el ataque en contra de un joven empresario ha sido el hecho más impactante, en las últimas fechas se ha presentado otro tipo de hechos de violencia como asaltos a pesar de los rondines policiacos en la cabecera municipal.

Detalló que el temor de los ciudadanos ahora es que Naolinco se convierta en un foco rojo en materia de seguridad, pues esto impactaría de manera directa en la llegada de visitantes y turistas y por ende en la economía del municipio que depende en gran medida de las ventas y los servicios turísticos. “Puede afectar a las ventas y Naolinco siempre se ha caracterizado por el turismo”, indicó.

DECAE TURISMO: EMPRESARIOS

“Es muy triste ver nuestra realidad, tenemos ahora una carretera muy bonita que acaban de arreglar pero de nada nos ha servido porque estamos perdiendo la confianza de las personas porque no hay la seguridad para traer a sus familias y a sus hijos. Tienen miedo”, expuso Darío de Jesús Aburto, encargado del restaurante Marce, ubicado en el centro de Naolinco.

Él mismo explica que existe miedo generalizado entre la población no sólo por su seguridad personal sino también por el futuro económico, ya que la mayoría de las personas viven de manera directa o indirecta del turismo que en las últimas semanas ha disminuido considerablemente.

“En nuestro negocio no hay ni un alma y eso mismo pasa en la calle principal que siempre tiene gente”, lamentó.

Detalló que la inseguridad también podría ser un obstáculo para lograr el nombramiento de “Pueblo Mágico”, distinción que otorga la autoridad federal y con la que los naolinqueños han soñado desde hace varios años, ya que ven en ella un impulso a la economía regional.

“Los negocios están cerrando porque ya no es productivo y han llegado inversionistas pero se van. Nos merecemos el nombramiento y ayudaría bastante a Naolinco (…) aunque la violencia sería significativa y yo creo que sí nos afecta pero ya corresponde a las autoridades el tema de la seguridad”, expresó.

El empresario coincide en que como medida de autoprotección, las personas han decidido no salir a la calle tarde y encerrarse a buena hora además de que muchos negocios se han visto en la necesidad de instalar cámaras de seguridad para monitorear el exterior.

Indicó que, ante el temor, vecinos y empresarios están iniciando con la conformación de redes de vigilancia y que las primeras acciones que se han realizado es la compra de armas o instrumentos de autoprotección.

“Eso sí se ha disparado, todo el mundo está buscando armas. Se oye feo pero en la zona es común encontrarlas”, expuso.

NO HAY POLICÍA CAPACITADA

“Ya no sabe uno ni de quién cuidarse, ya nos tocó cerca”, asegura Dulce, propietaria de un negocio ubicado en la calle Revolución a escasos metros del punto en el que un joven empresario zapatero fue atacado a balazos luego de un intento de secuestro.

Explicó que la falta de capacitación de los elementos policiacos provocó que ellos mismos “dieran por muerto” al joven atacado a balazos retrasando la atención médica tan necesaria en esos momentos. “Vieron que estaba la sangre y para ellos ya estaba muerto. Hasta que vinieron auxiliares que checaron que estaba vivo y lo trasladaron”, dijo.

La mujer reconoció que en Naolinco “todo el mundo tiene miedo y todos se esconden”, ya que la inseguridad y los hechos de violencia han trastocado la tranquilidad que hasta hace unos años se tenía en este municipio.

“La gente se encierra. En la noche todos se guardan más temprano, nadie quiere salir. ¿Quién va a querer salir en esta situación?”, apuntó.

Aunque se intentó contactar a las autoridades municipales para conocer las medidas que se han llevado a cabo para mejorar la seguridad, ni el presidente municipal ni la síndico se encontraron en sus lugares de trabajo. Cuando se acudió al ayuntamiento, elementos policiacos obstaculizaron el trabajo periodístico.

Un elemento vestido de civil, de nombre Óscar Acosta, quien se identificó como policía, exigió que se acudiera con su comandante para identificarse por tomar fotos en la vía pública de la fachada del palacio municipal. Minutos después cuatro elementos de la Secretaría de Seguridad Pública, encabezados por Juan Carlos Meza, policía de grupo de la SSP, tomaron datos y fotografías y amenazaron que para ingresar al recinto público era obligatorio presentar identificación oficial.

SE DISPARAN ROBOS CON VIOLENCIA, EN NARANJILLO

A escasos ocho kilómetros de la cabecera municipal, la comunidad de Naranjillo vive una de las épocas más difíciles de su historia. Y es que de enero a la fecha se han registrado varios robos con violencia que han conmocionado a la comunidad de menos de 500 habitantes.

“Aquí todos nos conocemos, por eso es raro. Desde hace como un mes empezó todo, pero han sido seguido porque han entrado como a cuatro casas ya”, asegura Dolores, una mujer de la localidad —cuyo nombre fue cambiado para proteger su identidad—, quien detalló que aunque a ella no le ha pasado nada, vecinos suyos sí han visto con dolor cómo sus casas son saqueadas y los muebles, dinero y pertenencias de toda la vida desaparecen. “Creemos que es gente de aquí porque saben los horarios y las entradas y salidas de la gente”, expuso.

La mujer detalló que lo más atemorizante de estos actos es que se llevan a cabo con lujo de violencia, ya que al menos dos mujeres han sido maniatadas con cinta canela por los delincuentes. “Ya no puede uno salir a ningún lado porque nada más está uno pensando que van a entrar a tu casa”, dijo.

Aunque se cuenta con el apoyo de ocho policías comunitarios que de manera voluntaria realizan rondines preventivos, la situación de emergencia ha provocado la conformación de guardias comunitarios, quienes armados “como pueden” vigilan las 24 horas del día las entradas y salidas del pueblo.

Los hombres realizan rondas durante toda la noche y mantienen la amenaza de proceder “caiga quien caiga”, ya que existe la sospecha de que los delincuentes sean gente del pueblo.

“Especulamos que puede ser gente de aquí pero no hemos podido atrapar a estos canijos (…) Casi todo el rancho somos familia y eso es todavía lo que más se siente. Hemos andado en las noches y tenemos miedo que caiga un pariente o un familiar, pero ya quedamos que el que caiga, pues ni modo”.

El habitante de Naranjillo reconoció que aunque hasta el momento los delitos han sido robos y atracos a casas habitación “el miedo es parejo”, por lo que se han tomado medidas como evitar salir muy tarde y acompañar a niños y jóvenes a sus actividades para evitar riesgos.

“Desde que tengo uso de razón nunca se había vivido una situación así. Yo aquí nací y aquí crecí y es lamentable porque ya no hay tranquilidad, estamos preocupados por esta situación porque no podemos salir”, señaló.

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