Veracruz, Ver.- Apoyados de un bastón caminan por la avenida Independencia en Veracruz, ella es la guía y él la sigue confiado tomándola por la espalda.
Su caminar es lento, pero seguro, cuando su instinto les dice que pueden cruzar lo hacen. Su presencia causa expectación entre la gente por lo que no falta quien los auxilie incluso los mismos automovilistas se detienen para darle paso a la pareja.
Finalmente se instalan en la esquina de Arista donde preparan sus instrumentos y hacen sonar la música de la cantante Karina y su éxito “Sé cómo duele” la cual entonan juntos al tiempo que él extiende la mano para que los transeúntes depositen alguna moneda en apoyo a su esfuerzo.
Su historia se remonta ocho años atrás cuando en la búsqueda de un empleo debido a sus limitaciones visuales coincidieron en un curso de capacitación laboral; el compromiso era que se capacitaran para que pudieran trabajar.
Sin embargo, en este tiempo justos se han encontrado con el rechazo, la discriminación y la falta de inclusión por lo que optaron trabajar en lo que los apasiona: la música.
Hugo Alberto Miranda García de 35 años, quedó ciego a causa de una negligencia médica ya que al nacer de cinco meses, el personal médico lo expuso a una alta oxigenación que provocó el congelamiento del nervio óptico causándole una fibroplasia retrorectal.
Aunque concluyó sus estudios en la licenciatura de psicología de la UNAM, no pudo titularse y nunca ejerció.
Ha buscado trabajo en distintas empresas, pero en todas se topa con la discriminación pese las leyes de inclusión laboral.
“Las empresas están negadas a la contratación de personas ciegas, aunque se habla de que en México hay una inclusión cuando es una mentira, hay inclusión para personas con discapacidad motriz, auditiva porque la capacidad visual está limitada, al llegar a una empresa te encuentras con oye es que estoy en el tercer piso y ¿cómo subes? Pues caminando igual que tú, es que no tengo instalaciones adaptadas, podemos desempeñar muchas cosas al no haber visto desarrollados otros sentidos”, explica.
Te puede interesar: Proponen regalar bastones a los débiles visuales
En tanto Sugey Castillo Ávila de 40 años es ciega de nacimiento debido a un problema de glaucoma.
Comenta que años atrás era capaz de percibir algunas sombras y luces y con base a eso guiaba sus pasos, pero ahora el bastón se ha vuelto su guía.
“Si en ocasiones llego como a percibir sombras, pero todo es muy borroso con este tipo de enfermedad se va deteriorando la visión, pero tengo la orientación del bastón y desarrollamos otros sentidos, por ejemplo, al cruzar la calle me percate que había un auto estacionado así que nos hacemos a un lado, me pregunta que cómo lo sé pero ya es la experiencia”, declara.
Desde sus inicios en el curso para el desarrollo laboral, se sintieron identificados por la música y aunque no se enamoraron con la vista lo hicieron con el corazón y ahora recorren distintos municipios del estado de Veracruz bajo el nombre de “posesión musical” presentándose en algunos eventos y fiestas y también cantan en las calles, ese es el modo de tener un ingreso que les permite mantenerse.
En los días que se encuentran en la ciudad de Veracruz se hospedan en un hotel donde se hicieron amigos del dueño y reciben descuentos, algunos otros días viajan a Córdoba y Orizaba y otros más a la Ciudad de México, de la que adiverten es muy peligrosa para personas como ellos, pero siempre confiando en que se encontrarán con gente buenas que los ayudará a cruzar.
“Querer es poder, las militantes vienen de casa, ya llevamos ocho años juntos, haciendo lo que más nos gusta que es cantar y nuestro objetivo es impulsar un movimiento de discapacitados visuales a través de la música”, señalan.