El subcoordinador de Fenómenos Atmosféricos de PC, José Llanos Arias dijo que es en julio y agosto donde se más se observa la llegada del polvo del desierto del Sahara y que en este momento ya se empieza a registrar en algunas zonas de la entidad veracruzana. Refirió que, dado que no se da en grandes cantidades, no se esperan afectaciones a la salud de la población.
“Esto como que suprime las condiciones para lluvias y ya hacia más a mar abierto o el océano lo que puede favorecer es que los ciclones tropicales, no tomen fuerza, podrían incluso debilitarse”, abundó. Dijo que se trata de una nube de polvo que se origina desde el desierto del Sahara y que son arrastrados por los vientos alisios.
“En este tiempo tenemos vientos predominantes que vienen hacia el Caribe, hacia el Golfo de México y eventualmente estas celdas de aire seco y polvoso viajan y pueden llegar a nuestro país. Esto generalmente sucede en esta época de verano y puede llegar a Veracruz, pero las concentraciones son mínimas, aquí al estado no llega en una concentración significativa”, dijo. Lo que más se puede percibir, señaló, es alguna coloración café hacia el horizonte y las zonas de montaña, “si tú miras hacia aquellas zonas hay veces que observas como una tonalidad café”.
Hacia la península de Yucatán es donde se pudieran presentar mayores concentraciones y más aún hacia el caribe; Cuba, Haití, República Dominicana o Puerto Rico que es donde podría implicar ciertos riesgos a la salud, sobre todo a las personas que padecen algún tipo de enfermedad como asma o alergias.
“Recientemente la Universidad Nacional Autónoma de México está haciendo mediciones para ver las concentraciones y especialmente en ciudades como la Ciudad de México para ver si pudiera tener una implicación mayor en función con la contaminación que desafortunadamente tienen ellos de manera local”, añadió.