No hay indicadores de bienestar para la gente: Iglesia católica

Los resultados que se presumen en los discursos oficiales no se perciben en la cotidianidad, dice

Celia Gayosso | Diario de Xalapa

  · domingo 29 de noviembre de 2020

Foto: David Bello | Diario de Xalapa

Xalapa, Ver.- El momento presente que estamos viviendo es como el de una noche obscura; las sombras de la muerte nos acechan y nos sentimos como en un naufragio sin rumbo. Más de 103 mil muertos por el mal manejo de la pandemia es una calamidad; el aumento de la pobreza se percibe por dondequiera. Vivimos momentos de incertidumbre; muchas familias están sufriendo por causa de la enfermedad, la violencia o la pobreza, asentó el presbítero José Manuel Suazo Reyes, vocero de la Aquidiócesis de Xalapa.

A través de su comunicado dominical, la Iglesia católica asienta que los resultados que se presumen en los discursos oficiales no se perciben en la cotidianeidad. No hay indicadores de bienestar para la gente, y la deuda social sigue creciendo en asuntos de violencia, pobreza, educación y salud; los pobres son cada vez más pobres y lo más grave es que se les hace dependientes de dádivas que no sabemos para cuánto tiempo alcanzarán. La ruta que se está llevando sólo aumenta la incertidumbre en la población. Vivimos tiempos de obscuridad, reitera.

Los que creemos en Dios, no podemos nunca idolatrar las instituciones humanas por más promesas que nos hagan. Lamentablemente se está provocando más desencantos que satisfacciones; la verdadera luz por lo tanto viene de nuestra apertura a Dios que se acerca. Junto con la apertura a Dios, necesitamos ser también más promotores y colaboradores del bien común y dejar de ser indiferentes; México puede cambiar si cada uno de nosotros da lo mejor de sí; si nos comprometemos con la verdad y la justicia. México empieza a cambiar cuando hacemos las cosas con calidad, honestidad y transparencia. Esto es lo que ayudará a mejorar el tejido social, puntualiza.

¿De dónde nos llegará la verdadera luz?, esta es la pregunta que responde el tiempo del Adviento que inicia este domingo 29 de noviembre, un hermoso periodo que nos prepara para la venida del Señor. Con el adviento se expresa la cercanía de Dios, su presencia y su caminar en medio de nosotros. Un detalle más que debemos tener presente es que este acercamiento divino está motivado por el Amor de Dios a la humanidad. El adviento es por excelencia el tiempo de la esperanza, concluye.

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