No hay que exigir de más a menores, pide especialista; "situación es especial"

Fallas técnicas, problemas de concentración, dificultades de aprendizaje y falta de tiempo fueron algunos de los inconvenientes a los que se enfrentaron estudiantes, padres de familia y maestros en la primera semana del programa “Aprendo en Casa”

Karla Cancino | Diario de Xalapa

  · lunes 27 de abril de 2020

Foto: Cortesía | Claudia Escobar

Fallas técnicas, problemas de concentración, dificultades de aprendizaje y falta de tiempo fueron algunos de los inconvenientes a los que se enfrentaron estudiantes, padres de familia y maestros en la primera semana del programa “Aprendo en Casa”.

Y es que, debido al alargamiento de las medidas de "sana distancia" por la contingencia sanitaria por Covid-19, a partir del 20 de abril las clases para los estudiantes veracruzanos de todos los niveles son ahora a distancia.

Miles de padres, madres y cuidadores han tomado un rol más activo en la educación de los menores y son ellos los que se encargan de ayudarles con las lecciones de las materias base, además de artes, idiomas o extracurriculares que llevan en la escuela.

En el caso de algunas instituciones públicas y la mayoría de las privadas, los docentes se las han ingeniado para mantener el contacto virtual y dar la clase a través de plataformas virtuales, videollamadas, incluso mensajes de texto y voz.

Sin embargo, la mayor parte de la población estudiantil en Veracruz está avanzando en su aprendizaje a través de las clases a través del esquema “Aprende en casa” que la Secretaría de Educación Pública (SEP) diseñó para ser seguido por televisión y en línea. En la entidad, las clases se imparten a través de Radio Televisión de Veracruz, ya sea en tiempo real o a través de las retransmisiones en su página de Facebook.

RETO ES PARA TODOS

Claudia Escobar es madre de dos niños, uno de 7 años que cursa el segundo de primaria y uno de tres años que está en segundo de preescolar, por lo que sus mañanas se van en atender las clases y asignaturas escolares de ambos pequeños. Con horario de 8 a 1 para el mayor y de 9 a 12 para el menor, la madre de familia reconoce que no tiene tiempo “ni de ir al baño” durante la mañana, ya que la adaptación de los niños y de ella misma en la plataforma de Google requirió de toda su atención durante esta primera semana. Precisó que, aunque en ocasiones tuvo la ayuda de su suegra, en general el trabajo de estos primeros días de clases lo hizo ella con ambos niños.

“Fue adaptarlos de nuevo a una rutina y a horarios, pero sobre todo a un esquema que ellos no conocían y a buscar que los dispositivos les funcionaran de manera correcta y que tuvieran espacios adecuados para trabajar”.

Asegura que durante esta semana han probado tomar clases en el celular, tabletas y computadoras fijas, además de que ha buscado que ambos niños cuenten con un espacio alejados de distracciones, con la iluminación ideal y sobre todo separar a ambos en horas de clases, ya que el compartir la misma habitación les provocaba mayor distracción.

“Yo los tuve que separar porque si están juntos se distraen el uno con el otro o cuando les preguntan algo se escucha de fondo la clase del hermano. El chiquito si no me tiene al lado se desespera y al grande aún le tengo que estar explicando algunos detalles técnicos de la aplicación. Ambos necesitan supervisión”.

Explica que con lo que más problemas ha tenido ha sido con las clases de su hijo mayor, ya que en este caso a la carga escolar se han sumado las dificultades técnicas de las maestras e incluso, los problemas que los padres de familia ocasionan, ya sea en las pantallas de sus hijos como a través de los grupos de WhatsApp que se crearon para seguir el ritmo de las clases.

Hay una de las maestras de mi hijo, el de la primaria, que ha tenido muchos problemas de conexión con su internet, se le traba mucho; siento que quizá no tiene la suficiente capacitación para usar el programa porque al poner las presentaciones para que los niños copien no aparece su imagen en la pantalla, además de que tenemos muchos problemas con los micrófonos de los niños que no los apagan durante la clase explicó

Explica que esto ocasiona que se escuchen más las conversaciones de los niños o de sus papás que lo que está explicando la maestra. “Un día nos chutamos la pelea de unos papás porque no han entendido que deben apagar sus micrófonos para dejar oír la clase”.

QUE MENORES NO SE ESTRESEN

Para Laura Castañeda, pedagoga y docente en una escuela privada de Xalapa, los contenidos que se diseñaron a través de la SEP para que los estudiantes retomen su educación durante el tiempo que dure la emergencia sanitaria de Covid-19 son “adecuados”, ya que permiten que los menores destinen tiempo a repasar contenidos y a no perder la rutina escolar.

Sin embargo, reconoce que homogenizar la educación de los menores bajo este tipo de esquema es sumamente complicado, por lo que durante los primeros días podría haber signos de frustración, enojo y estrés en los menores que se tienen que adaptar a un tipo de educación a la que no estaban acostumbrados.

“No es lo que deberían estar aprendiendo, pero hay que partir del hecho de que nada de lo que está pasando es lo que debería, así que creo que cualquier tema que ellos puedan aprender es útil porque mantiene su cabeza enfocada en temas escolares”, precisó.

Castañeda reconoce que el esquema de aprender desde casa tomó por sorpresa no sólo a los alumnos, sino también a los padres y docentes que de un día a otro tuvieron que dejar las aulas y establecer contacto a través de una pantalla en programas o esquemas que son completamente ajenos.

Dio a conocer que, en su caso, la escuela en la que trabaja había ya diseñado un proyecto de educación en línea que permitiera a aquellos estudiantes que tienen alguna enfermedad leve o lesión estudiar desde su casa. No obstante, reconoció que el proyecto estaba sólo en papel y que contemplaba la grabación o transmisión en tiempo real de la clase que ella da al resto de sus estudiantes.

Algo que les digo mucho a mamás y papás de mi grupo es que no se estresen ni estresen a los niños para que éstos lleven un mismo ritmo, sino que vayan poco a poco y que lo que no aprendan en estos días lo aprenderán en el aula cuando volvamos a estar juntos o en el siguiente curso

La pedagoga explicó que en estos días ha leído en redes sociales comentarios de personas que critican a los padres y madres que se están haciendo cargo de sus hijos en el ámbito educativo, y quienes han expresado no poder seguir el ritmo. En ese sentido recordó que los niños tienen a los padres en casa y los maestros tras las pantallas, no son niños “normales”, sino menores que han sido sometidos a cambios drásticos de rutinas, dinámicas y muchos de los cuales tienen varias semanas sin salir a la calle ni ver a sus amigos, por lo que pidió comprensión tanto para los menores como para sus cuidadores.

“Es cierto que los niños tienen una gran capacidad de adaptación a las circunstancias y muchos de ellos están tomando el tema del aislamiento mejor que los adultos, pero no hay que olvidar que los niños que tenemos ahorita no son niños normales, no están en una situación normal ni nosotros como adultos lo estamos, así que siempre pido tolerancia para los procesos personales. Al final de este tiempo lo importante es que los menores terminen el proceso de aislamiento de manera tranquila y sanos y que, en la medida de lo posible, puedan adelantar en el tema educativo”.

Otra de las dificultades que han tenido las mamás que se encargan de guiar a los niños en su aprendizaje es que muchos menores no las ven como autoridad y las tienden a desafiar o a desobedecer, lo que según la especialista es algo muy común, ya que los menores están acostumbrados a que sean los maestros quienes puedan dar órdenes en cuestiones escolares y los padres de familia sólo les ayudan en casa a seguirlas.