El director del Instituto de Ecología (Inecol), Miguel Rubio Godoy, evalúa regresar el rancho “El Faunito” por la falta de recursos para echarlo andar como centro de investigación.

“Tengo que evaluar si me conviene mantenerlo o no, porque yo firmé un convenio en comodato en el cual me comprometo como institución a mantenerlo como está y a darle un uso”, destacó.

Entrevistado en el Ayuntamiento de Xalapa, recordó que el rancho “El Faunito”, ubicado en Fortín, fue uno de las propiedades incautadas al exgobernador Javier Duarte de Ochoa durante la administración de Miguel Ángel Yunes Linares.

El rancho “El Faunito” fue entregado al Inecol en comodato por el Congreso del Estado con la compromiso de darle mantenimiento y ponerlo a funcionar como jardín botánico y base para investigaciones sobre el café.

“Se había propuesto que fuera un espacie de embajada de Conacyt porque las instalaciones se prestan para realizar reuniones académicas y congresos, en ese sentido se había negociado, pero eso desapareció con el cambio de administración federal”, explicó.

Rubio Godoy comentó que no cuentan actualmente con recursos para dar mantenimiento a “El Faunito” y hasta el momento sólo pueden costear la vigilancia.

Lamentó que actualmente no han podido ocupar “El Faunito” por la falta de presupuesto, en caso de que no consiga deberá ser regresado al gobierno.

“Estoy buscando alternativas de otras fuentes, tratando con el gobierno federal, un acercamiento con el gobierno del estado, no sé, en eso estoy ocupado ahorita”, concluyó.

“El Faunito” fue un rancho que adquirió Duarte de Ochoa mediante su prestanombre José Juan Janeiro Rodríguez y se encuentra ubicado en las afueras del municipio de Fortín, en la zona centro del estado.

El lugar cuenta con una dimensión de 58 mil metros cuadrados, en este espacio el exmandatario, junto con su esposa Karime Macías, gozaban de lujos y era conocida como la “casa de retiro”.

Esta residencia campestre se dividía en una casa principal, otra para visitas y una para almacenar; contaba con candelabros, acabados rústicos, paredes de rocas y tejas en los techos que daban la imagen de una hacienda.

El rancho tiene baños de mármol, 15 habitaciones, alberca, cancha de basquetbol, cancha de tenis, espacio para equitación, tirolesa, asadores y un mirador que conecta al río; de igual forma tiene una pequeña capilla con su confesionario.