Úrsulo Galván, Ver; Este no es un sábado soleado en la playa de Chachalacas, incluso la temperatura no supera los 26 grados celsius; aun así, cientos de familias disfrutan del mar y la arena.
"Cocos y ostiones" se lee en algunas de las motos de comerciantes que aprovechan estos días para reactivar sus ventas.
Todo quien llega aquí debe consumir, el estacionamiento cerca de la playa puede ser de hasta de 120 pesos por tiempo ilimitado y quien entra está obligado a comprar, por lo menos pagar por las mesas donde estará con la familia, 350 pesos con cuatro sillas.
Grupos de amigos, parejas, familias completas hasta en autobús llegan a disfrutar de la playa del municipio de Úrsulo Galván, sin importar que sean apenas unas horas de esparcimiento.
Hieleras con refrescos, cervezas, salsas y todo tipo de guisados se observan en las mesas de las familias numerosas, hay que ahorrarse algunos gastos.
Juan Hernández dice que las ventas van bajas, desde hace 16 años viaja del Puerto de Veracruz a vender cócteles de frutas a Chachalacas, el resto del año se dedica a la venta de arreglos florales, de esto ha logrado sacar adelante a su familia.
Familias se divierten metiendo a los más distraídos al mar, cargándolos o por la fuerza, a eso vinieron, a pasar un momento de risas y travesuras, a recargar pilas antes de regresar a la rutina.
En la playa se observa a elementos de Protección Civil, Fuerza Civil, La Marina y salvavidas que están pendientes de cualquier emergencia.
Al paso de las horas la entrada a Chachalacas se vuelve más lenta, y la fila de vehículos que espera ingresar se hace más larga porque el cielo nublado no los asusta.
No todas las mesas ni las palapas están llenas, pero la afluencia este sábado es importante y se espera que mañana, y todavía la próxima semana de vacaciones para muchos, los visitantes sigan abarrotando las playas.
La familia Peña proveniente de Tlaxcala, viajó a Chachalacas por tres horas, como desde hace 20 años, porque disfrutan de Veracruz y sus camarones y pescados fritos. 40 integrantes de la familia rentaron un autobús para venir cómodos y sin prisas pues esperan regresar pasadas las 18:00 horas.
Son los niños los que más disfrutan jugar con la arena, a ellos no les importa el agua fría ni el día nublado, saltan, bailan y se mojan sin remordimientos.
Tampoco hace falta tener un cuerpo escultural, hombres y mujeres lucen con poca ropa y parece no importarles los kilos de más, hoy se viene a gozar y olvidarse del resto.