Orizaba, Ver.- Con la nuevas tecnologías algunos oficios comenzaron a desaparecer en el Valle de Orizaba. Tal es el caso de las telefonistas, los fotógrafos ambulantes, ascensorista en hoteles y hospitales, afiladores de cuchillos, mecanógrafos, entre otros.
El cronista de la ciudad José Luis Renneaum Alcocer, dijo que dentro de los hábitos y costumbres de los habitantes todo va cambiando y hasta los empleos que generaban algunos oficios, se extinguen.
¿Qué oficios podrías desaparecer en Orizaba?
Expresó que otro trabajo que va desapareciendo es el del fotógrafo ambulante. Quizás en algunos puntos como las iglesias todavía pueden encontrarse, pero cada vez son más difíciles de encontrar.
Comentó que los profesionales se concentraban en plazas, parques o sitios de gran afluencia turística. Se les distinguía fácilmente porque siempre estaban con su cámara en la mano. Allí se dedicaban a ofrecer “un lindo recuerdo” a las familias que paseaban por esos sitios.
“La llegada de los teléfonos celulares de gama media y alta generó que las personas tuvieran acceso a una cámara que ofrece imágenes instantáneas y la posibilidad de tomar tantas fotos como sean necesarias, hasta dar con la toma perfecta".
Reveló que otro de los oficios es el del afilador, que era fácil de identificar por el sonido que interrumpía el silencio de la tarde. Era un silbido que anunciaba su llegada.
Así, el ama de casa se acercaba con sus cuchillos, tijeras o cualquier otra herramienta y el afilador hacía su trabajo utilizando como herramienta su medio de transporte: la bicicleta.
Recordó que los mecanógrafos hombres o mujeres se encargaban de transcribir cualquier tipo de contenido para crear documentos en papel. Para ello utilizaban la máquina de escribir. Hoy, cualquier usa una computadora, lo que transformó esa actividad.
“Los carteros utilizaban distintos medios de transporte, motocicleta o bicicleta para transportar todo tipo de mercancías, desde correspondencia hasta paquetería. Este oficio con el paso del tiempo vio disminuir la plantilla de empleados postales disminuyó y ahora está en extinción”, abundó.
“Como no recordar a las telefonistas que preguntaban: ¿A qué número desea hablar?, antes existían centrales telefónicas que se encargaban de gestionar todas las llamadas mediante operadoras muy amables”, subrayó.
“Hoy, sí llegas a un hotel u hospital ya desaparecieron los ascensoristas. ¡Cuántas personas no querían usar el ascensor para subir o bajar más rápido y evitar así las escaleras!”, describió.
Mencionó con el paso del tiempo, los ascensores comenzaron a funcionar de forma automática, sin necesidad de que un trabajador los opere, pues es el propio usuario quien selecciona el piso al que quiere ir apretando un botón.
Así es la ciudad en la que le tocó vivir y hay que adaptarse a los cambios de hábitos y costumbres, que también llegan a este Pueblo Mágico, concluyó.
Nota publicada originalmente en El Sol de Orizaba