A solo unos días del comienzo del ciclo escolar universitario 2020-2021, que está planeado para llevarse a cabo con clases virtuales, presentamos tres de las plataformas más utilizadas, así como las bibliotecas digitales cuya confiabilidad de contenidos las ha colocado entre las que más registros de consulta tienen.
Si bien la pandemia por Covid-19 permitió ya a muchos alumnos familiarizarse con algunas plataformas, el maestro en Ciencias, educación y tecnología, Víctor Sánchez Téllez, considera necesario distinguir que cuando se hace referencia al “estudio en línea” éste puede ser en cualquier horario, con o sin presencia virtual de un profesor o tutor.
La puntualización del docente tiene como finalidad reconocer el trabajo de algunas universidades privadas, las cuales han creado sus propias plataformas educativas con excelentes resultados. Por poner un ejemplo, menciona la del Consorcio Clavijero.
Además de las creadas con necesidades particulares, como Eminus, de la Universidad Veracruzana, están las que ofrecen los gigantes mundiales.
De éstas destaca Moodle, la cual tiene un porcentaje de aceptación y utilización de entre el 70 y 80 por ciento en las universidades mexicanas, que valoran y reconocen su interfaz simple, su versatilidad y un amplio conjunto de herramientas colaborativas como foros, wikis, chats y blogs.
Otra de las más empleadas es Classroom, pues posee una interfaz limpia, organizada y fácil de utilizar para quienes ya están familiarizados con Google y sus aplicaciones. El acceso es por invitación vía correo electrónico o con un código de acceso.
A pesar de lo ya expuesto, Víctor Sánchez dice que Zoom se consolida como una de las plataformas favoritas, tanto en su modalidad gratuita como de paga. Aunque no está diseñada como educativa, afirma se trata de la más empleada para las clases virtuales, y no solo por universitarios.
Queda comprobada su funcionalidad. No obstante, enumera algunas de las desventajas al usarla sin pago de por medio: se congelan las imágenes, hay inconvenientes de conexión y existe el riesgo latente de que te saque de la sesión, algo que las escuelas resuelven al adquirir la licencia porque hay un mayor soporte para la cantidad de alumnos.
La advertencia es que de nada sirve tener una plataforma buena y de paga, si el alumno no tiene la disposición. En México, declara el docente, la mayoría de los alumnos no cree que sea real la educación virtual, “hay quienes no le dan importancia y eso debe cambiar, desde el momento mismo en el cual se preparan para tomar sus clases por videoconferencia”.
BIBLIOTECAS
El maestro en Educación expresa que antes y durante la pandemia los estudiantes continúan visitando sitios como El Rincón del Vago y Wikipedia. Lamenta no haya cambiado en nada la búsqueda de información en la web, porque se trata de sitios que no tienen contenidos respaldados. Su sugerencia es apostar por sitios avalados por alguna institución.
En el caso de los alumnos de la Universidad Veracruzana, con su matrícula y contraseña pueden acceder a www.uv.mx/dgbuv, donde se especifica que están disponibles el Repositorio institucional y la Biblioteca virtual, la cual provee recursos informativos electrónicos generados en la UV, de acceso abierto y los proporcionados a través del Consorcio Nacional de Información Científica y Tecnológica.
Entre las opciones para público general está la Biblioteca virtual de México, que cuenta con 13 mil 243 libros, folletos y otros documentos. Su liga es www.bibliotecavirtualdemexico.cultura.gob.mx. Una alternativa más es la Biblioteca Digital Mundial (www.wdl.org), la cual cuenta con el respaldo de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. Su catálogo permite consultar más de 19 mil obras y su buscador incluye los siguientes campos: lugar, periodo, tema, tipo de artículo, idioma e institución.
En el caso de universidades privadas, algunas cuentan con sus propias bibliotecas virtuales, pues establecen convenios con editoriales que les dan ligas para consultar sus libros de manera gratuita y hasta para descargarlos. Para solicitar contraseña, lo único que se debe hacer es pedirla a los encargados de servicios educativos.
Esta nota la puedes encontrar en el Suplemento Especial Universidades, impreso en Diario de Xalapa