Con el mensaje “oportunidades, no dádivas” organizaciones campesinas rechazaron el presupuesto otorgado al campo en el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2021 que propone la Secretaría de Hacienda.
A través de un documento conjunto, 18 organizaciones nacionales mostraron su rechazo al proyecto que se presentó en el Congreso de la Unión y recuerdan que al campo le urge impulsar su productividad para seguir siendo competitivo.
Recordaron que desde diciembre de 2018, cada año, el presupuesto para el campo ha sido recortado significativamente.
Lo anterior, dado que de los 74 mil 476 millones de pesos aprobados en 2018, el presupuesto cayó a 65 mil 435 millones de pesos para 2019.
Al año siguiente, el recorte se duplicó al aprobarse para el ejercicio presupuestal actual el momento de 47 mil 577 millones de pesos, cantidad que se distribuyó a través de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) de apenas.
“Se trataba ya de un recorte de dimensiones históricas de casi un 40 por ciento en sólo dos años. Hoy, la propuesta recibida de la Secretaría de Hacienda para 2021, prácticamente mantiene el recorte para el campo respecto a 2018 con 49 mil 291 millones de pesos”, expusieron.
Lamentaron que el enfoque en el que se establece que sólo 3 de cada 100 pesos de la Sader sean para el fomento productivo de la agricultura, ganadería, pesca y acuicultura, ya que los sectores vulnerables como las mujeres rurales, carecen de una partida específica.
Especificaron que, además, el financiamiento rural es golpeado con la eliminación de la Vertiente Financiera del Programa Especial Concurrente, el cual agrupa el gasto destinado al desarrollo rural de todas las dependencias federales.
“Hacemos un llamado a las y los legisladores, de todas las fracciones políticas representadas en el Congreso de la Unión a trabajar unidos, sin distingos partidistas, por un presupuesto justo para el campo. Sabemos que la economía mexicana atraviesa un momento sumamente complejo, pero estamos convencidos que el tema de salud y de seguridad alimentaria deben ser prioridad”, solicitaron.
Destacaron que en plena crisis sanitaria el campo dio la cara por la economía nacional y en un trimestre, donde las actividades industriales y de servicios cayeron 26 y 16% respectivamente, el sector primario solamente cayó un 2%.
“Exigimos lo justo y estamos a favor, como siempre lo hemos hecho, que los apoyos se entreguen de manera directa a los productores. Nuestras organizaciones son sociales, dan voz las necesidades de millones de personas que viven en el medio rural, por ello, respaldamos la posición de apoyar prioritariamente a los más pobres, pero los más pobres de los pobres están en el campo y la pobreza se combate con programas productivos no con asistencialismo”, señalaron.
Reconocieron que vienen tiempos aún más difíciles, por lo que se debe promover un presupuesto que blinde lo que más queremos: salud y alimentos en las mesas de las familias mexicanas.
“El llamado es a las y los legisladores para que, en ejercicio de sus derechos, tengamos para 2021 un presupuesto con una política agropecuaria que dé certeza al país y no dependa de comprar lo que se siembra en otras partes del mundo”, concluyeron.