Boca del Río, Ver.- Siete militares y 2 civiles, fueron reconocidos con la condecoración “Miguel Hidalgo”, grado banda a personal de la salud, por su gran labor desarrollada en la emergencia sanitaria en el estado de Veracruz, provocada por el Covid-19.
La ceremonia tuvo lugar en las instalaciones del 83/0. Batallón de Infantería con sede en la Boticaria, del municipio de Boca del Río.
Dicha distinción, fue otorgada a 3 jefes, 2 oficiales, 2 elementos de tropa, adscritos al Hospital Militar de Zona de la Boticaria, para reconocer su profesionalismo, esmero, dedicación, entrega y celo en el cumplimiento de su deber.
Además de distinguir a 2 trabajadores del Sector Salud, que a pesar de las largas y extensas jornadas de trabajo, no decayó su atención, humanismo y servicio ante la contingencia sanitaria.
Por lo que los distinguidos este día fueron:
Mayor Médico Cirujano, Hugo Hernández Lara; Mayor Médico Cirujano Teresa Jetzabel González Curiel; Mayor Médico Cirujano Diana Eugenia Galván Hernández; Teniente Enfermera María Esther Hernández Sánchez; Teniente Enfermera María Angélica Temaxte Torres; Sargento Segundo Asistente de Enfermería Sua Díaz Zurita; Cabo Auxiliar Afanadora Aneidy Uscanga Díaz y la Enfermera María Guadalupe Chapol Olmeda.
En representación de sus compañeros, el Mayor médico cirujano, Hugo Hernández Lara, menciona que el reconocimiento obtenido este día fue gracias al esfuerzo que tuvieron y tienen al estar al frente de la primera línea de batalla contra la pandemia ocasionada por el coronavirus.
Que a ello se suma el apoyo proporcionado por la Secretaría de la Defensa Nacional para llevar a cabo la remodelación del hospital Militar de Zona de la Boticaria, ya que sin la infraestructura y el equipamiento necesario no hubiera sido posible la atención adecuada de los pacientes, personal y derechohabiencia.
“Iniciamos esta batalla juntos y uniendo nuestros esfuerzos día a día con lo que poco se conocía de esta enfermedad nueva y desconocida a nivel mundial. El esfuerzo fue constante y desgastante. Las jornadas parecían largas y casi interminables, nuestro sacrificio fue incluso sobrehumano, pero siempre de frente”.
La tarea no fue fácil pues esta enfermedad fue todo un enigma; el enemigo era letal, ante cualquier descuido pero se enfrentó con gallardía, en favor de la vida de los pacientes, manifiesta.
“Sacrificamos a todos nuestros seres queridos, esposos, esposas, hijos e hijas, padres, hermanos para evitar que la enfermedad llegara a casa a los cuales agradecemos su apoyo incondicional, valió la pena cada sacrifico en favor de los pacientes, teniendo como satisfacción el deber cumplido”, expresa el médico cirujano.
Esta pandemia enseñó la importancia de los servicios de salud en todos los niveles de gobierno, mismos que fueron pilar para la contención de esta enfermedad.
Pero también dejó muchas bajas entre las filas, donde gente valiosa se perdió para siempre, mientras que otros enfermaron y se recuperaron.
La lucha continua y el fin aún no se vislumbra, por lo tanto el llamado es a seguirse cuidando y a luchar contra esta enfermedad. Las acciones son sencillas a nivel sanitario pero lo importante es cumplirlas, exhorta el galeno castrense.
Cabe recordar que dicha condecoración es la más alta presea que se otorga por parte del Gobierno Federal a sus nacionales, para premiar méritos eminentes o distinguidos, conducta o trayectoria vital y ejemplar, relevantes servicios prestados a la patria o a la humanidad, así como actos heroicos.
