A poco más de un año de haber iniciado el esquema de Vecinos Vigilantes o Guardias Vecinales, éstos siguen funcionando en diversas calles y colonias de Xalapa para proteger la vida y las propiedades de los xalapeños.
Con grupos de WhatsApp, cámaras de seguridad en casas y calles, silbatos y rondines de vecinos o vigilancia privada, estos esquemas funcionan bajo un lema “Te metes con uno, te metes con todos”. De acuerdo con los testimonios de los vecinos, además de ayudar a inhibir la delincuencia en esos puntos, el sistema de Vecinos Vigilantes ha contribuido a hacer más fuerte la unión y solidaridad en los barrios en los que se aplica. Sin embargo, hay zonas de Xalapa en las que ni la organización de los vecinos ha funcionado y siguen siendo víctimas de delitos que van desde el robo de autopartes, asaltos, hasta atracos con violencia y a mano armada.
CONOCERSE, LA CLAVE
"Ahora todos nos conocemos mejor, sabemos quiénes son los que viven junto, enfrente y atrás de nuestra casa”, asegura una vecina de la calle Tabuco en la colonia Lerdo de Tejada, quien añadió que los parques de la zona han vuelto a ser punto de unión.
Justo en uno de esos parques —ubicado en Circuito Tajín y andador Tabuco— el 11 de agosto de 2017 vecinos organizados lograron la detención de un presunto ladrón a quien sometieron y amarraron a un árbol en lo que llegaba la policía. Armados con palos y piedras los vecinos llevaban varios días "cazando" a los delincuentes que habían cometido robos a las casas, sustracción de autopartes e incluso habían asaltado con violencia a varias mujeres.
A mí me asaltaron en plena luz del día, me arrancaron la cadena, los aretes y el monedero. Incluso tuve que terminar en el hospital con un neurólogo porque el ladrón me aventó y me pegué en la cabeza. La cosa ya estaba muy fea y fue cuando todos los vecinos se unieron porque a la policía no le importa aseguró una vecina de la calle Castillo de Teayo.
La mujer contó que a raíz de al menos cinco asaltos en el mismo circuito, los vecinos decidieron unirse y realizar actividades de vigilancia durante día y noche. Este esquema permanece a más de un año de haberse implementadoy ha ayudado a detener los delitos, sin embargo, reconoció que en las zonas aledañas aún resulta peligroso salir a altas horas de la noche. "Siguen saliendo en las noches y si algo se ve raro dan aviso a los demás para que estén atentos. Hemos invertido en cámaras de seguridad que vigilan no sólo las casas propias, sino las de los vecinos y la calle en general".
Otra residente explicó que incluso salir al mandado con la cartera en la mano resultaba peligroso y que los vecinos ya tenían miedo de salir a la calle a cualquier hora o de dejar a los niños jugar, por lo que las guardias se implementaron en varios horarios, no sólo de manera nocturna. Detalló que actualmente están más organizados y que la actividad de los grupos de Whatsapp se mantiene constante porque "no se puede bajar la guardia". "La verdad es que la policía no funciona y nosotros hemos tenido que ocupar ese lugar para vigilarnos entre todos", precisó.
En esta zona las lonas funcionan como amenazas a aquellos que intenten acercarse con malas intenciones, aseguran los vecinos y detallan que la delincuencia los obligó a invertir en mallas, cámaras de seguridad, sistemas de alarma, candados y iluminación en los alrededores de sus viviendas. "En su momento significó un gasto importante, pero a largo plazo ha funcionado para poder vivir un poco más en paz. No le digo que ya estamos tranquilos porque la organización es en esta zona, pero sí dormimos mejor sabiendo que nos están cuidado los mismos vecinos y que si se meten con uno, se meten con todos", precisó.
PILLOS, A RAYA
Considerada una de las colonias populares más conflictivas de Xalapa, en la Revolución también se habían incrementado los asaltos, por lo que los vecinos decidieron unirse. En esta zona son varias las mantas y lonas que se colocaron para advertir a los delincuentes de la organización que tienen contra el crimen.
Uno de los grupos más organizados son los vecinos de las calles Pedro de Alvarado e Isabel la católica, quienes han sido ya víctimas de la delincuencia en varias ocasiones. "Hay vigilancia con rondines y estamos unidos todos con lonas, silbatos, grupos de whats y si alguien ve algo sospechoso lo pone y entre todos estamos alerta", aseguró un vecino de la calle Pedro de Alvarado, quien añadió que aunque la organización vecinal tiene varios meses, las mantas fueron instaladas recientemente. "Cualquier cosa que vemos sospechosa se avisa. Si alguien ve que un taxi se para sin pasaje o si algún coche que no es de los vecinos llega sin motivo, se procede a salir a revisar o a pedirle que se vaya", indicó.
Dio a conocer que aunque en un principio la gente se mostraba temerosa de salir a realizar los rondines o incluso de buscar a los delincuentes por cuenta propia, pudo más el temor a ser asaltados y se determinó que se apoyarían entre ellos para que los delincuentes se fueran a otras zonas.
Pasa que cuando otras calles comenzaron a cuidarse los pillos buscaban las calles donde no había vigilancia, digamos que vamos corriendo a los pillos a otras zonas y fue por eso que nos unimos. Ya habían abierto muchas casas y asaltado negociosy a gente en la calle refirió.
Aunque la organización sí ha inhibido los delitos, no ha podido acabar con ellos, señaló el propietario de una tienda de abarrotes ubicada en la calle Ciudad de las Flores, quien precisó que en los últimos meses se han registrado al menos tres asaltos a comercios de la zona en diferentes horarios.
DELINCUENCIA NO HA PARADO
Desde agosto de 2017 comenzaron a formarse guardias vecinales en varias calles de la colonia Progreso. Hartos de la delincuencia los vecinos se organizaron para realizar rondines por las noches, para comunicarse entre ellos, para instalar cámaras y para colocar lonas que avisaran a los delincuentes que si se descubre a alguno robando iba a ser detenido y hasta linchado. "Ratero que agarremos lo lincharemos", se lee en una de las advertencias.
Unas de las últimas zonas en organizarse fue en las calles Tijuana, Aguascalientes, Villahermosa, Nayarit, Mérida y Toluca —todas de la colonia Progreso Macuiltépetl—, cuyos vecinos en marzo de 2018 advirtieron que tomarían por cuenta propia la seguridad de sus calles ante la ineficiencia de los elementos de la Secretaría de Seguridad Pública que, aseguraban, habían abandonado a los habitantes de esta zona.
A poco más de cinco meses, los residentes de estas calles aseguraron que aunque siguen los patrullajes vecinales y que incluso se ha dispuesto de guardias privados que dan rondines por las noches, también siguen los robos y asaltos a toda hora.
Hace como un mes pasó un chavo y se robó todos los espejos de los coches. Salió en las cámaras, pero no lo pudimos identificar ni agarrar en su momento" asegura un vecino de la calle Tijuana.
En las viviendas de ese sector se observan algunas calcomanías de “Vecino Vigilante” para identificar el proyecto que ya se replica en otras zonas de la mencionada colonia y de acuerdo con uno de los vecinos el problema de la inseguridad sigue. Dio a conocer que la calle más afectada es la Nayarit, donde a la semana se registran uno o dos casos de robos o asaltos sin que haya ninguna autoridad que pueda detener este problema. "La guardias y la comunicación sigue, pero la delincuencia no ha parado", dijo.
El vecino indicó que la solución de muchas personas ha sido cambiarse de casa, pero esto sólo pueden hacerlo quienes no son dueños de su viviendas, por lo que a quienes llevan más de 30 años de vivir ahí no les queda más que invertir en equipo de vigilancia, cuidarse entre todos y rezar porque pronto se acabe el problema. "La policía ni entra por aquí y si pasa es un ratito en la tarde, pero no ronda por las noches, ya estamos cuidándonos entre nosotros y nada, lo que queda es rezar y esperar que no nos toque", concluyó.
OTROS MEJOR SE “ENREJARON”
En el fraccionamiento Las Fuentes el esquema de guardias vecinales desapareció y en su lugar quedó sólo la organización de vecinos para apoyarse entre ellos eventualmente, sin embargo, la mayoría optó por instalar rejas, cámaras de vigilancia o sistemas de alarma para cuidarse. De acuerdo con los vecinos la organización no fue suficiente para mantener los rondines que en varias ocasiones inhibieron la comisión de delitos, sobre todo robos y asaltos. "Se hicieron un tiempo pero poco a poco la gente comenzó a separarse y entre los compromisos de todos pues dejamos de salir", asegura un vecino de la calle Fuente de Emanuel, quien indicó que él participó en varios de estos turnos.
Destacó que pese a que ya las guardias desaparecieron casi por completo, aún persiste cierto nivel de solidaridad entre ellos que antes no se tenía, por lo que calificó como positiva la acción que se generó debido al miedo de ser asaltado o de perder sus pertenencias.
Aquí a nosotros no nos ha pasado nada, pero sí siguen algunos problemas, sobre todo en la entrada del fraccionamiento que es un recorrido largo que muchas personas hacen caminando de tarde o de noche indicó.
A unos metros de ahí, en la zona conocida como la U, vecinos de las calles Fuente de Osiris y Fuente de Faraón en el mismo fraccionamiento prefirieron contratar seguridad privada para que vigile de día y noche la zona. Desde hace varios meses, un vigilante se encarga de resguardar estas calles y el sueldo de éste es cubierto por todos los vecinos.
"Nos ha funcionado bastante aquí y la verdad es que así no hay problema con ponerse de acuerdo para salir a vigilar los vecinos. Sabemos que son personas capacitadas y entre todos cubrimos su salario", indicó una vecina de la calle Fuente de Faraón.