Xalapa, Ver.-El arzobispo de Xalapa, Jorge Carlos Patrón Wong afirma que, para los católicos, el influencer favorito es Jesucristo puesto que ningún invento ni opinión humana está por encima de la Palabra de Dios.
“Para todos aquellos que somos bautizados, la palabra de Dios y el mismo Cristo, la presencia del verbo encarnado es quien guía, quien conduce, quien da paz y serenidad a nuestras vidas”, dijo durante la homilía dominical desde la Catedral Metropolitana de Xalapa,
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Explica que, si bien los cristianos respetan y estiman a los llamados líderes de opinión, las tantas voces, opiniones y sugerencias que se reciben a través de las redes sociales y medios de comunicación, su red social y estación favorita es la buena nueva que trae Jesucristo.
“Todo tipo de literatura, de lectura, lo apreciamos, pero si nos preguntan ¿cuál es tu lectura favorita? ¿cuál es tu influencer favorita? ¿cuál es tu estación favorita, tu red favorita? Todos nosotros contestamos al unísono, es Jesucristo, es la palabra de Dios, es el evangelio de la buena nueva que nos trae Jesucristo”.
¿Alguien puede estar por encima de la palabra de Dios?
Subraya que ninguna literatura, aprendizaje humano, invento ni opinión humana está sobre la palabra de Dios ni el evangelio de Jesucristo.
“Es lo único que puede dar certeza y seguridad al ser humano por es la palabra y vida eterna, todas las demás palabras, todas las demás opiniones, no dan vida eterna, no salvan y esta vivencia que nosotros tenemos desde bautizados”.
Explica que la realidad de la Palabra de Dios es que donde hay más oscuridad, aparece la luz de Cristo que es el evangelio.
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“Donde hay más debilidad aparece la fortaleza que da meditar, acoger y vivir la Palabra de Dios, ahí donde hay mayor incertidumbre, cuando uno escucha y lee la palabra de Dios y la aplica a su vida, uno encuentra la paz y la seguridad básica para enfrentar las situaciones más difíciles, más penosas inclusive los sufrimientos y las injusticias más grandes, porque ahí en la palabra de Dios, en el evangelio encontramos razones profundas de lo que vivimos”.