Xalapa, Ver.-Mario Muñoz llegó a los 24 años al Cuerpo de Bomberos de Xalapa. Fue en 1979 y en 1980 que lo dieron de alta por medio de Seguridad Pública. Hoy es abuelo de cinco nietos y llegó a los 66 gracias a que regresó a la estación, pues al decidir retirarse a los 55 años se deprimió tanto que le dio un infarto.
Él tenía un taller mecánico en la esquina de la calle Ernesto Ortiz Medina y la avenida Xalapa, por aquel entonces le gustaba ir a jugar billar con sus vecinos bomberos y ahí se quedó porque le gustó mucho el ambiente.
Fue el comandante Ernesto Flores Tlapa quien le invitó a trabajar porque le hacía falta un mecánico y chofer. En 2010, al cumplir 30 años de servicio y 55 de edad se retiró, pero “se queda el gusanito y caí en una depresión, me dio un infarto, por lo que mi esposa me dijo 'vuelve otra vez a bomberos. Aunque sea de voluntario, pero te vas'”.
A su regreso, el comandante Flores Tlapa le volvió a dar trabajo y ahora es el encargado del museo y del gimnasio. “Hacemos todos los trabajitos que hacen falta y todos nosotros hemos enseñado a personal que se ha ido a Estados Unidos y les ha ido muy bien porque aprendieron a hacer de todo, a arreglar la podadora, la esmeriladora y a soldar. Todo lo que ven lo hacemos nosotros, pintamos y barremos", declaró.
Además "nosotros hicimos un carro de bomberos porque somos soldadores, electricistas, pintores, somos todólogos y a los que llegan sin saber nada les enseñamos. Hicimos un carro de bomberos para trabajar, la número 7, pero teníamos muchachos 'muy patones' y no nos duró el gusto porque la estrellaron contra un camión del servicio urbano y se perdió totalmente”, compartió.
Museo único en Latinoamérica, sin recursos
Expresó que se requiere dinero para el museo, que es único en Latinoamérica porque en México no hay otro: “Nosotros hacemos el trabajo de restauración de los cascos, pintamos, con una mínima cantidad, porque ahorita nadie viene y no los podemos recibir".
El cuerpo de Bomberos tiene en este momento muchos gastos y pocos ingresos, por lo que no se compensa lo que se gastaría en productos de limpieza y desinfección para los visitantes, por lo cual optaron por esperar.
Para apoyarse, los bomberos venden llaveros, botellas para agua y otros souvenirs a través de los cuales obtienen recursos para adquirir jergas, escobas, productos de limpieza, pintura, brochas.
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En Xalapa, el Cuerpo de Bomberos nació en 1938 “y nosotros llevamos aquí la mitad de la vida. Aquí van pasando los años, estamos en un ambiente familiar, donde ya nuestros hijos están trabajando también aquí. Nosotros los veteranos ya no vamos a servicio, se van los muchachos y nosotros nos quedamos de guardia y somos pocos, 43 bomberos para todo Xalapa y los 20 municipios circunvecinos".
"Con esto de la pandemia y la falta de dinero, ahorita no tenemos voluntarios, porque es muy difícil que vengan sin que se les pague. Ellos vienen cuando su trabajo o la escuela se los permite, son jóvenes que tienen una visión muy clara de lo que piensan hacer. Eso es bonito, que vienen aquí, estudian y se van para arriba. Se llevan algo, cuando dicen que trabajaron en Bomberos les dan la mano”.
Los niños, su debilidad como bombero
Mario Muñoz concluyó que a él, a pesar de ser muy duro, personalmente le parten el alma los niños que se queman. Recordó que hace muchos años fueron a prestar un servicio en Banderilla, donde hacía una curva el tren y en medio algunas personas habían construido casitas de madera. “Sólo había una entrada y no pudimos pasar. La casa se estaba quemando y la señora se fue a traer las tortillas y dejó a su niña de seis meses dormida y cuando regresó la encontró en llamas. Llevábamos el camión, el personal, pero no pudimos pasar y yo me desesperaba. Ahí estuvimos muy tristes porque se perdió la vida de una personita. Es muy duro que mueran los pequeños, concluyó el veterano al que el servir como bombero le salvó la vida.
Ayudar a los demás es algo satisfactorio; Julio César Bautista Landa
Luego de 13 años de servicio al haber llegado al Cuerpo de Bomberos de Xalapa a los 15 años, Julio César Bautista Landa, volvería a tener este oficio porque le gusta ayudar a la población y lo que más les interesa es salvaguardar sus vidas y sus bienes.
Explicó que durante esta pandemia los bomberos han continuado trabajando los 365 días del año, pero con todos los protocolos que marcan las autoridades, como son el uso de caretas, de gel antibacterial y la desinfección con líquidos. Realizamos nuestras actividades normales, pero con los protocolos para evitar el contagio y proteger a la población”, puntualizó al ser entrevistado en la conmemoración del Día Nacional del Bombero, que en Xalapa no pasa desapercibido.
Aunque Julio César no se vio como bombero desde niño, al unirse al Cuerpo en 2006, poco a poco se fue empapando de las actividades y ahora disfruta su trabajo, pues no sólo atienden la extinción de incendios sino que “se aprenden demasiadas cosas acá”.
El rescate de animales, de algún canino o gato, es lo que les marca porque es muy satisfactorio. Todos los servicios les dejan experiencias diferentes, rememoró, como los perros que han salvado de algún río, los gatos que se han quedado atrapados en algún tubo, árbol o cable, lo que es complicado porque hay que rescatarlos sin que se hagan daños. En especial, recordó el salvamento de un gato que se atoró en un desagüe, por lo que tuvieron que cortar el tubo para liberarlo.
Si volviera a nacer, Julio César elegiría nuevamente ser bombero. “Volvería aquí, el trabajo es muy bonito, muy gratificante porque la gente nos aprecia demasiado, como los niños que son los que nos mueven y motivan a hacer ciertas cosas”.
Explicó que llegó a la estación como voluntario, “llegamos a la estación y poco a poco nos van dando los conocimientos que se requieren para poder salir a atender las emergencias.
Empezamos desde cómo contestar una llamada, cómo dirigirse a la población a la hora de tomar una llamada, qué datos tomar, el equipo que se utiliza, qué características tiene para saber usarlo y cómo funciona. Luego nos dan un curso básico en el que nos enseñan la extinción de incendios estructurales dentro de casas, en los vehículos, qué hacer en caso de accidentes, en la extracción de víctimas, en el retiro de enjambres y cómo aplicar los primeros auxilios.
A diario reciben llamadas de la población para atender las fugas de gas, en las que deben dar recomendaciones a la población para que tengan conocimiento básico de qué hacer mientras ellos llegan a su domicilio.
Finalmente instó a la población a acercarse al Cuerpo de Bomberos para saber qué se puede hacer en caso de incendios, sismo o de una fuga de gas, ya que “llevando a cabo la prevención desde la casa o en la calle nos pueden ayudar mucho”, concluyó uno de los bomberos más jóvenes que tiene el Cuerpo de Xalapa.