El desmesurado incremento a los precios de materiales para la construcción han puesto contra corriente a los pequeños contratistas que subsisten de la elaboración de proyectos de vivienda en esta ciudad.
El alza al costo de viviendas de interés social y medio será de mínimo en 30 por ciento, estima el arquitecto Santiago Báez, contratista en pequeño de esta capital. “Está muy difícil la situación porque todo sube, materiales, terrenos e insumos, por lo que los que no somos grandes inversionistas en el área de la construcción, no podemos avanzar, estamos estancados”.
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“Si no se tiene capital, no hay trabajo”, porque además se elevó el costo de la mano de obra, en este momento un maestro que ganaba mil 600 ahora hay que pagarla 2 mil 800 pesos, a la semana.
Desde que todo subió casi no ha tenido trabajo, dice. “Porque mucha gente va al día y prefiere detener sus proyectos”.
Con la inflación, “vamos en contra de la corriente, lo que se había proyectado que costaría un proyecto al cabo de varios meses resulta que se duplica por el alza de precios”.
Sobre los costos que tendrán las viviendas, explica que es un punto complicado de estimar porque depende de varios factores: tipo de casa, ubicación y los materiales a utilizar”.
Dice que como contratista puede edificar una casa en una colonia popular, como es Revolución y la misma construcción en un residencial, el costo será totalmente desproporcionado. Cuenta la plusvalía.
¿Cuánto cuesta hacer una casa de interés social?
En este momento, construir una casa de interés social pasó de 3 mil 800 el metro cuadrado a 5 mil 200 pesos. Una vivienda de interés social que se construye en un terreno de 7 metros por 15, hay que invertir unos 50 mil pesos, solo para construirla, a parte será el costo del terreno.
La misma construcción en una zona residencial costará un mínimo de 3 millones de pesos. Es decir que una misma casa en una colonia popular cuesta un millón 200 mil pesos en una residencial será de 3 millones de pesos, dijo.
Como arquitecto, expone que otro de los problemas que enfrenta es que la mayoría de quienes quieren edificar su casa no quieren pagar lo que cuesta el plano y diseño de su vivienda.
En promedio, el realizar un plano lo puede cobrar en mínimo de 7 mil pesos, pero en este momento a muchos se les hace oneroso ese pago y quieren ahorrarlo, “más cuando se los venden en 500 pesos, porque los copian de los planos que se entregan en el Ayuntamiento”.
Un plano, un proyecto que incluye 9 láminas porque en Desarrollo Urbano piden que lleven todas la especificaciones, la gente no quiere pagar por él, pero si vas a realizar una casa de 3 millones como no va a llevar todas las especificaciones”.
¿Quiénes pierden más con la alza de precios?
Con todas las alzas los que pierden son que somos pequeños contratistas y quienes edifican los proyectos, “porque el que vende los materiales conforme suben también aplica las alzas, pero los que hacen el proyecto tienen que absorber las pérdidas”.
Nosotros debemos enfrentar las alzas a los materiales y a la mano de obra, “entonces hay quienes manejan varias calidades para poder enfrentar la situación, para irse reponiendo”.
Como arquitecto, explica que se complica seguir con los proyectos pequeños “porque no me permito hacer un trabajo de mala calidad y hacer lo que muchos otros, comprar material más económico, eso no”.
Lamentó que desde que comenzó la pandemia, en el año 2020, en un año las alzas fueron de 50 por ciento, “de ese calibre es la situación para quienes nos dedicamos a realizar proyectos de construcción; el problema es que el costo de la vivienda sube solo 5 por ciento cada año, pero los materiales están por encima de ese porcentaje”.
Para construir vivienda para vender, explica, se tiene que invertir, pero eso es complicado en este momento para los contratistas en pequeño.
Sobre el alza a la mano de obra que pasó de mil 600 pesos por semana para un maestro de obra a 2 mil 800 pesos, ahora, resulta que es complicado mantener esa erogación para los contratistas.
“Si hacemos la cuenta de cuánto le pagan a un maestro de escuela, pues resulta que gana menos, claro que es importante pagar bien a los trabajadores, pero para nosotros eso es un problema de financiamiento”.
¿Qué materiales de construcción subieron más?
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Santiago Báez explicó que en su opinión los incrementos a materiales que más les han pegado son al fierro, todo lo que es varilla que duplicó su costo; al cemento, cal, arena y grava que subieron 50 por ciento. Todo lo que es aluminio también se fue al doble. Claro como en todo, depende de la calidad de cada marca, “pero ese es mi cálculo, en promedio”.
Todos los productos los cotizan conforme al dólar, pero muchos se producen aquí y aunque la moneda estadounidense esté a un precio bajo, “los materiales siguen caros y eso no es posible, deberían estabilizar sus costos”.