Veracruz, Ver.- José Wilfrido, un joven originario del estado de Yucatán, emprendió un viaje de fe hacia la Ciudad de México para cumplir una promesa hecha a la Virgen de Guadalupe y San Judas Tadeo, tras completar la misión viajan de regreso al sur del país a bordo de bicicletas.
Su travesía, llena de sacrificios y complicaciones, lo llevó este viernes a la Catedral de Veracruz de Nuestra Señora de la Asunción, que tenían prevista como parte de su itinerario, pero también para pedir ayuda para continuar su viaje.
A lo largo de su peregrinaje, Wilfrido y su grupo de cuatro guadalupanos han enfrentado diversas adversidades, siendo el cansancio una de las más notables. Sin embargo, su determinación y fe inquebrantable los han impulsado a continuar.
Esta mañana, la travesía se vio afectada nuevamente cuando, durante la noche, desconocidos sustrajeron una bicicleta que formaba parte crucial de su medio de transporte. Wilfrido comparte que tuvieron que dormir en un callejón debido a que no encontraron espacio en el atrio de la catedral.
Al despertar se percataron que la bicicleta había sido robada y se pusieron manos a la obra para tratar de recuperarla, solicitando ayuda de sus familiares a la distancia y lanzando un mensaje a la población.
El grupo, que depende en gran medida de las donaciones de la ciudadanía para su sustento, se encontró ahora en la difícil situación de tener que reemplazar este vital elemento.
La solidaridad de la comunidad, sin embargo, ha demostrado ser un faro de esperanza en medio de las adversidades.
Mario, un ciudadano veracruzano, respondió al llamado de ayuda tras enterarse de la situación a través de un noticiero. Generosamente, donó una bicicleta para Wilfrido y sus compañeros, destacando la importancia de la empatía y la colaboración en momentos de necesidad.
El peregrino y su grupo continúan su camino de regreso de la Ciudad de México a Yucatán, confiando en que la fe que los impulsa será más fuerte que cualquier obstáculo que encuentren en su camino.
La historia de José Wilfrido y sus compañeros es un recordatorio conmovedor de la capacidad de la comunidad para unirse en solidaridad, superando las adversidades con esperanza y generosidad.