Xalapa, Ver.- “Asesinatos en México: periodistas atrapados en la mira” es el título que el Proyecto Cartel dio al trabajo periodístico en el que, durante 10 meses, 60 reporteros de todo el mundo investigaron la muerte de la periodista veracruzana Regina Martínez, corresponsal de la revista Proceso.
Este trabajo se publica a nivel mundial a partir de este domingo 6 de diciembre y se centra en todo lo que surgió en torno a ese asesinato que conmocionó a Veracruz, al país y que ahora es abordado a nivel internacional.
Tras el asesinato, la Plaza Sebastián Lerdo de Tejada, ubicada frente al Palacio de Gobierno de Veracruz, fuera nombrada por comunicadores del estado como Plaza Regina.
El crimen ocurrió el 28 de abril de 2012.
Regina fue egresada de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana (UV) y por muchos años laboró en el diario Política, que desapareció en el sexenio panista de Miguel Ángel Yunes Linares, junto con más de una decena de medios de comunicación, además de ser corresponsal de La Jornada durante un tiempo.
Tras ese asesinato, cada año, reporteros y fotógrafos de Veracruz y otras partes del país recuerdan su muerte y no han dejado de exigir justicia al relacionar el homicidio con un crimen de estado.
Ese 28 de abril, Regina, originaria de Gutiérrez Zamora, fue encontrada sin vida en su domicilio, donde vía sola, ubicado en la colonia Felipe Carrillo Puerto de esta ciudad y, según Felipe Amadeo Flores Espinosa, entonces titular de la Procuraduría General de Justicia del Estado, tenía signos de violencia y asfixia.
De acuerdo con la Procuraduría, el cuerpo fue localizado en su vivienda, luego de que un vecino reportó al Centro Estatal de Control, Comando, Comunicaciones y Cómputo (C4) que la puerta de la vivienda de Regina se encontraba abierta desde horas antes, sin que se percibiera movimiento.
Por ello, elementos de la Secretaría de Seguridad Pública de la entidad, habrían acudido a revisar el domicilio y fue en el baño que localizaron el cadáver, mismo que “presentaba golpes contusos en el rostro y el resto del cuerpo”.
En abril de 2013, casi un año después, se dio a conocer que Jorge Antonio Hernández, El Silva, presunto asesino de la corresponsal de Proceso en Veracruz, fue sentenciado a 38 años y 60 días de cárcel mientras que, otro de los presuntos asesinos, José Adrián Hernández Domínguez, El Jarocho, continuaba prófugo.
Regina es recordada por las nuevas generaciones del estado como una mujer introvertida pero aguerrida y entregada a su trabajo, lo que hizo que se convirtiera en una de las principales críticas del gobierno de Javier Duarte de Ochoa, pero también de varios de sus antecesores.
Este caso sigue siendo uno de los que más cimbraron al gremio del estado y que más sinsabor, rabia y frustración sigue causando porque no ha sido esclarecido en su totalidad.
A unos meses de haber iniciado el actual gobierno encabezado por Cuitláhuac García Jiménez, periodistas veracruzanos se manifestaron en el acto solemne por el Día del Periodista realizado en patio central del Palacio de Gobierno y encabezado por el mandatario morenista.
Allí exigían justicia por 36 comunicadores asesinados en Veracruz, además de pronunciarse por una reforma o anulación de la Comisión Estatal de Atención y Protección a Periodistas (CEAPP).
Fue la periodista Norma Trujillo, quien conoció de cerca de Regina Martínez, quien hizo uso de la voz, concedida por el mandatario estatal, para expresar que más que premios los trabajadores de los medios de comunicación requerían seguridad, justicia y mejores condiciones laborales.
El gobernador, entonces, puso a consideración el premio estatal de periodismo que propuso con el nombre de la periodista Regina Martínez asesinada el 28 de abril de 2012, que ya no se concretó.