Papantla, Ver.- Personal del Hospital Rural IMSS-Prospera se encuentra laborando bajo protesta, pues de acuerdo con Margarita Pérez Gregorio, secretaria general de la delegación 21 Papantla, “el motivo es por la falta de personal en este hospital, por lo que urge que se resuelva este problema, ya que existe una gran carga de trabajo, así como la falta de insumos en las diferentes áreas, también hace falta agua caliente para los pacientes”.

Pérez Gregorio añadió que “en estos momentos tenemos una platilla de base de 132 compañeros, pero hace falta cubrir catorce plazas que se encuentran vacantes, nos hace falta cubrir un total de 23 puestos en diferentes áreas, ya que hacen falta especialistas en ginecología, pediatría, medicina interna, hacen falta médicos pasantes, enfermeras pasantes, los cuales debido a la inseguridad dejaron de venir desde hace dos años”.

Por lo que “hemos estado haciendo las gestiones para que se resuelva esta situación, ya que la ciudadanía es la más afectada; en el área de urgencias sólo tenemos un médico, el cual atiende urgencias prioritarias que son las embarazadas. Sostuvimos una reunión bilateral con el área administrativa para exponerles este problema y saber cuál será la solución; el personal que existe está haciendo un esfuerzo, ya que se están doblando turnos o haciendo hasta triple turno”.

Sin embargo añadió que “esa situación ha provocado una desatención al derechohabiente, ya que no se cuenta con médicos especialistas, por lo que se tienen que mandar a otro nivel de hospitalización, incluso hay estudios que no se pueden realizar aquí.

Muchas veces la ciudadanía llega a tomar a mal la falta de atención, pero queremos que sepan que no es cuestión de nosotros, si no la falta de personal la que origina esto, siendo las personas de los municipios de la Sierra Totonaca los más afectados”.

Así como también agregó que “se ven afectadas las personas de las comunidades más retiradas, ya que tenemos que canalizarlas a otros hospitales, incluso el propio laboratorio que tenemos, ya se le terminó el presupuesto, lo que origina que los ciudadanos tengan que pagar sus propios estudios biométricos, lo que genera un desgaste económico mayor en las personas de mayor marginación y que no tienen seguridad social”, afirmó.