Veracruz, Ver.- En plena zona comercial, un grupo de personas en situación de calle ha hecho de un edificio abandonado su hogar y su fuente de ingreso, separando la basura de los puestos de los alrededores para generar un ingreso, antes que andar robando.
La mayoría son hombres mayores de edad, quienes se refugian entre las paredes del edificio que se encuentra en la esquina de Cortes y Guerrero a un costado de la zona de mercados, pero por las noches “caen” más personas, incluso algunos migrantes que se encuentran de paso por la ciudad.
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Siete años atrás, ese viejo edificio era un comercio donde vendían artículos de refrigeración, pero según locatarios de la zona, hubo un accidente que quemó parte del inmueble y el lugar quedó abandonado.
Poco a poco se fue llenado de personas en situación de calle, algunos solo están de paso, otros solo llegan por las noches buscando un techo y otros más, no sólo duermen, sino que trabajan en el lugar, donde se notan algunas montañas de basura, desde ropa, cartones, latas y varios desechos.
Cristian Hurtado Peña de 40 años, llegó hace cuatro años al lugar, pues menciona que se quedó solo, tras la muerte de sus padres y la separación con su familia; uno de sus hermanos murió asesinado y con el otro no tiene mucha comunicación, tampoco tiene contacto con sus hijas.
Dice que estuvo deprimido mucho tiempo y llegó a refugiarse en las drogas para consolarse, pero asegura que no es ningún delincuente y que, a pesar de algunos vicios, siempre busca la forma de generar un ingreso, ya que también sabe de albañilería y otros oficios.
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“No tengo donde vivir y aquí duermo, somos como 10 a 12 personas que estamos aquí siempre, aunque a veces llegan más, en las noches los marinos vienen a molestarnos, nos golpean, nos quitan nuestro dinero y nos sacan de aquí diciendo que no tenemos derecho de estar aquí, que es propiedad privada, pero pues ha estado abandonada mucho tiempo, está en ruinas, toda quemada, si estuviera de otra forma por supuesto que no íbamos a estar, pero no le hacemos daño a nadie con estar aquí”, manifiesta
Explica que el lugar, además de su nuevo hogar, también es su bodega, ya que acarrean toda la basura de los puestos para separarla y vender el plástico, cartón u otros materiales que puedan comercializar, a modo de generar un ingreso.
“Vivimos de la basura que tiran los puestos de toda la zona del mercado, separamos para vender, por ejemplo, botellas, latas de aluminio, teléfonos, de eso generamos nuestro ingreso, también hacemos de chalanes porque llegan camiones y nos llaman para descargar, yo también le se a la albañilería y hago trabajo por aquí, como le digo no le hacemos daño a nadie, estamos trabajando, no robando”, expone.
Reconoce que las personas que llegan al lugar, son vagabundos, algunos fueron corridos de sus casas, otros se quedaron sin trabajo y también hay otros con adiciones, pero argumenta que a veces ese camino, es el único que ayuda a aliviar las penas.
“A veces no saben la tristeza que tiene uno por dentro, cuando no te queda más que andar en la calle, ese sentimiento de estar solo, si hemos llegado a drogarnos por la tristeza, pero no le faltó a nadie, me porto bien”, insiste.
En el lugar hay algunos sillones donde las personas sin hogar se acomodan, otros duermen en el piso pero se sienten protegidos en caso de una lluvia o dormir en la vía pública.
Añade que mientras el edificio continúe abandonado permanecerán en el lugar, lo único que quieren es estar tranquilos sin el acoso de las autoridades.
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