Tamiahua, Ver.- El ostión, nombre común de la crassostrea virginica, uno de los principales productos comerciales que se explota en la laguna de Tamiahua, requiere con urgencia un reordenamiento pesquero, que permita darle a esta especie un valor agregado para que los pescadores tengan mejores ingresos.
Este vaso lacustre con una superficie de 1,400 kilómetros cuadrados, es el área de operación de 3 mil pescadores organizados en cooperativas, quienes se dedican a la extracción de ostión de una forma artesanal desde hace más de 60 años, lo que no permite darle valor agregado al producto que se vende en presentación de arpillas de 30 a 35 kilos a precio de 130 a 150 pesos.
Para José Feliciano Castillo Hernández, presidente de la Sociedad Cooperativa de Producción Pesquera de La Ribera, es complicado modificar la forma de venta del ostión, ya que reconoció, es necesario contar con una certificación, el equipo adecuado para procesarlo y darle el valor agregado que mejorará las ventas y en consecuencia los ingresos de los pescadores.
En su momento, hace ya varios lustros, en esta organización operó una descascaradora, que permitió la venta del ostión limpio, en bolsa, refrigerado, que obviamente le daba un valor agregado pero se suspendió por la falta de demanda y la intervención de pescadores libres fuera de norma, que asimilaron el proceso e invadieron el mercado con producto más barato pero de calidad inferior.
Óptimo para el consumo humano
El ostión que se extrae de la laguna de Tamiahua tiene condiciones sanitarias óptimas para el consumo humano, así lo confirman los análisis de laboratorio que mes tras mes realizan las autoridades sanitarias de la Secretaría de Salud de Veracruz, para la detección de biotoxinas y bacterias que se aplican a muestras de este producto y de las principales zonas de aprovechamiento.
“Nunca hemos tenido algún problema con la calidad del ostión que vendemos, en los análisis que se hacen, los resultados siempre han resultado favorables, evidencia de la calidad del molusco que se extrae, porque no ha arrojado resultados concluyentes que indiquen concentraciones masivas de toxinas para el ser humano, por lo que no existe restricción sanitaria alguna para el consumo de este producto”, dijo el dirigente de los pescadores.
Procesos y presentaciones de venta
Los pescadores consideran modificar los procesos de venta y presentación del ostión, como la selección de ejemplares de acuerdo al tamaño, el empaquetado y la presentación de los mismos, pero todo ello requiere, para buscar y abrir mercado, que cuenten con una certificación para el desarrollo de este tipo de actividades, que le darán mayor valor a su producto y ampliar el mercado nacional y el extranjero.
En ello también es necesario contar con los equipos para el adecuado manejo del bivalvo, que les permitan cumplir con las normas que demanda la autoridad sanitaria para la calidad alimentaria y disminuir la venta a granel de ostión en concha por arpillas que han mantenido los últimos 60 años en el lugar del arribo, es decir, a la orilla de la laguna.
El valor agregado
Otros procesos que le dan valor agregado al ostión es la preparación en el que se cuece en salmuera, otro es crudo en salmuera, ostión ahumado, cocido procesado como pasta para untar parecida al paté y el ostión a la vinagreta.
Necesidades reales del sector pesquero
En su momento, el biólogo Mauricio Román Maya, asesor en temas pesqueros, señaló que al sector pesquero le urge un ordenamiento, acabar con la pesca ilegal, la no reglamentada y la producción no reportada, con mayor capacitación, mercados objetivo, personal y espacios certificados para el procesamiento de buenas prácticas de manejo del producto.
Norte de Veracruz, el mejor productor de ostión en el país
El estado de Veracruz ocupa el primer lugar a nivel nacional en la producción de ostión al contribuir con 22 mil 45 toneladas del bivalvo, lo que significa el 50% de lo que se genera en el país, de las cuales el 90% de ellas se producen en el norte de la entidad en municipio como Tamiahua, Tampico Alto, Ozuluama, Tamalín y Pueblo Viejo.
Publicada originalmente en El Sol de Tampico