Pese al intenso calor que se registra en Xalapa no varió el horario laboral de los trabajadores de la construcción. Explican que trabajan de 8 de la mañana a 6 de la tarde, con una hora para comer. Reconocen que es más riesgoso trabajar con lluvia que con este calor ardiente.
Al mediodía, con los rayos de sol cayendo “a plomo”, estos hombres siguen sus actividades normales como es elaborar mallas de acero, hacer la mezcla de cemento y pegar los ladrillos para avanzar en la obra.
- Puedes leer también: ¿Cuántos decesos van debido a la ola de calor en Veracruz?
David Hernández, quien trabaja en este momento en una obra en la zona de la avenida Murillo Vidal, explica colgado en un andamio de acero que para soportar el fuerte calor “tenemos al menos cinco garrafones de agua en todo momento para podernos hidratarnos en cada momento, y la verdad pues no puede faltar un refresco de cola porque el azúcar nos da energía para seguir adelante”.
Indica que sabe que no es bueno para la salud tomar refresco en grandes cantidades, “pero la verdad es que después del mediodía es lo único que nos mantiene con las fuerzas para mantenerlos a flote en este trabajo”.
Las altas temperaturas no afectan su desempeño en el trabajo
Señala que están acostumbrados a las altas temperaturas, “es algo que debemos soportar, pero es más peligroso trabajar con lluvia por eso si es de mayor riesgo para todos nosotros, podemos resbalar y caer”.
Para protegerse, él y sus compañeros que suben a lo más alto de la construcción para seguir colocando las varillas y ladrillos, siempre utilizan casco, botas de casquillo y arnés que impida que se caigan desde las alturas.
“En este caso mi compañero Jesús está subido a una altura mayor de 15 metros por lo que tiene que portar todos los implementos necesarios para evitar un accidente fatal”.
Asimismo, al insistir en qué si el calor les afecta, apunta: “pues la verdad es difícil trabajar con estas temperaturas, pero no nos queda de otra, es nuestra labor y si los patrones no consideran necesario recortar las horas de trabajo, pues hay que seguirle, no queda de otra”.
Remarca que como trabajadores de la construcción están acostumbrados a trabajar con calor, frío o lluvia, “aunque el calor es terrible y nos pega, es peor hacerlo con lluvia porque eso sí pone en riesgo nuestra integridad, hasta ahora el calor no ha provocado daños a la salud por lo menos en este caso, así que seguirán trabajando pese al clima, “es nuestra chamba y hay que seguirle para llevar dinero a nuestras casas”, concluyó.