Al manifestar que en las campañas políticas se ven rostros nuevos, repetidos y otros muy reciclados, la Arquidiócesis de Xalapa pidió a la ciudadanía hacer un buen discernimiento sobre el sentido que debe darle a su voto y no dejarse llevar por las apariencias, el compadrazgo o el amiguismo.
El vocero de la Arquidiócesis, José Manuel Suazo Reyes, recordó a la ciudadanía que el próximo 6 de junio tiene en las manos el futuro de la sociedad, por lo que se deben analizar las dos propuestas que existen.
“En este proceso electoral básicamente estamos frente a dos propuestas y debemos elegir una. Analice bien lo que ha ganado y lo que ha perdido ¿qué cosas han cambiado y cuales se mantienen igual? Vea si lo que le prometieron se lo cumplieron y si las cosas están mejor o peor que antes”, expuso.
El sacerdote consideró que para elegir la propuesta a la que se le dará el voto se pueden analizar las siguientes preguntas: ¿Cómo estamos en la economía, en servicios de salud, educación, seguridad?, ¿Vivimos en estado de derecho?, ¿Existe transparencia y rendición de cuentas en la administración de los recursos?, ¿Sigue habiendo corrupción e impunidad? ¿Hay inversión, buenas oportunidades, mejores condiciones de vida? ¿Se respeta y se promueve la dignidad de la persona?, ¿Se valora y cuidan las instituciones familiares?, ¿Se protegen las libertades fundamentales?, ¿Se gobierna para todos?, ¿Se respeta la pluralidad y libertad de pensamiento?, ¿La educación que están recibiendo sus hijos es científica o ideológica?
Mencionó que como ciudadanos se tiene que participar en la reconstrucción del tejido social, asumiendo derechos, así como obligaciones, siendo activos, responsables y congruentes, por lo que se debe pasar del reclamo y la indignación a la participación.
Aunque reconoció que un mes es insuficiente para conocer las propuestas, los ciudadanos pueden aplicar cuatro acciones: Informarse y conociendo los diferentes candidatos y candidatas, así como sus propuestas, los principios que los mueven o las plataformas que están detrás de los grupos políticos que los impulsan; haciendo un discernimiento de convicciones propias o valores para decidir el sentido del voto; votando en forma libre, responsable e informada; y dando seguimiento a las políticas o programas que la autoridad legítimamente constituida, lleva a cabo una vez que comienza su gestión pública.
Además, dijo, se deben aplicar las 4 “P”s para el momento del discernimiento: Plataforma, el Partido, la Propuesta y la Persona.
“No basta que el candidato o candidata sea una ‘buena persona’, al final muchos de ellos dejan atrás sus convicciones y terminan sirviendo a los intereses de grupo o de un partido; vea si esa bondad coincide con la plataforma política que lo promueve; alguien puede llevar un camión aparentemente muy bonito pero cargado de dinamita; se necesita además que el candidato o candidata tenga el perfil, sea competente e idóneo. La bondad debe ir de la mano de la capacidad”, expuso.