VERACRUZ, Ver.-El cambio climático y los efectos de las acciones del hombre en contra del ecosistema son visibles en los 29 municipios que integran los poco más de 758 kilómetros de línea costera en el estado de Veracruz.
En las bahías de la zona conurbada Veracruz-Boca del Río es visible la pérdida de playas, que año con año se recrudece, al grado de encender las alertas entre prestadores de servicios turísticos, que ven con preocupación esta situación.
El presidente de la Asociación Mexicana de Hoteles y Moteles de Veracruz, Sergio Lois Heredia, tiene claro el problema como esta situación que pone en riesgo la actividad turística y podría hacer cada vez menos atractiva la región para la llegada de visitantes.
Recordó que en los últimos 15 años se han perdido al menos 10 metros de playas en la zona turística de la conurbación Veracruz-Boca del Río.
En este tiempo empresarios prestadores de servicios turísticos solicitaron a los últimos tres gobiernos federales que se implementaran acciones para resarcir el efecto causado principalmente por el cambio climático.
Sin embargo, no existió ninguna respuesta de las autoridades en este tiempo, aseveró Lois Heredia.
La verdad es que la respuesta siempre es la misma: ‘Vamos a ver qué podemos hacer’, pero no se hace nada; la realidad, que la pérdida de playas es preocupante. Podemos ver lugares en donde hace 15 años al menos tenían 10 metros de playa y ahora ya no
El empresario detalló que las mayores afectaciones se presentan en la zona dorada del bulevar costero Manuel Ávila Camacho, desde la avenida Juan Pablo Segundo hasta el área conocida como Penacho del Indio.
En ese trayecto se localizan los hoteles Fiesta Inn, City Express, y Hilton, los cuales se han visto afectados directamente por la reducción de la franja costera entre el mar y sus inmuebles.
La probable solución planteada por la agrupación empresarial, con base en consultas hechas a las propias autoridades, sería la construcción de un proyecto de escolleras que permita recuperar playas.
Pero se trata de un proyecto con un costo aproximado de 60 millones de pesos por escolleras, lo que sumaría cerca de 600 millones de pesos, que el gobierno de la República en sus pasadas administraciones no estaba dispuesto a costear.
Lois Heredia aseveró que se trata de un asunto de alta prioridad que no se puede dejar de lado para una zona como la ciudad de Veracruz, ya que impacta directamente el desarrollo económico del área metropolitana.
DAÑO AMBIENTAL
Sin embargo, para organizaciones no gubernamentales en materia ambiental, se trata de un asunto que va más allá de lo económico, y se convierte en una llamada de atención para cambiar los hábitos de vida por acciones sustentables de respeto al ecosistema y el entorno.
La presidenta de la fundación Chalchi, Olga Díaz Ordaz Terrones, afirmó que la pérdida de playas en la zona metropolitana de Veracruz debe entenderse como un efecto del cambio climático cuya advertencia no es una prioridad en la agenda de autoridades ni de ciudadanos.
La activista, con varios años dedicada a la defensa de los ecosistemas costeros, afirmó que el cambio climático es un problema global que tiene diversas causas desde lo local.
En el caso específico de Veracruz, afirmó, la construcción de grandes planchas de cemento en las líneas costeras son una de las causas principales para la pérdida de playas; lo anterior, por generar una depredación importante en varios años de los ecosistemas que servían para mantener la línea de costa.
Afirmó que la deforestación ha propiciado que se pierdan las barreras naturales para impedir el avance del mar, pero al mismo tiempo para que se deje de producir agua de manera natural en las cuencas altas.
Detalló que a lo anterior se le suma la falta de capacidad de los gobiernos para realizar programas de conservación ambiental, que empiecen por el saneamiento de las aguas que se consumen en las áreas urbanas.
Por ello, insistió en la necesidad de implementar medidas de mitigación de manera inmediata, para lo cual sería necesaria la coordinación de las diversas áreas del gobierno.
FENÓMENO ESTATAL
La pérdida de playas en la zona conurbada de Veracruz es un fenómeno que se presenta en todos los municipios costeros del estado, de acuerdo con monitoreos realizados desde hace seis años por el Centro de Estudios y Pronósticos Meteorológicos de la Secretaría de Protección Civil.
Saúl Miranda Alonso, coordinador de dicho organismo y encargado de realizar el estudio, detalló que en la región de Costa de Esmeralda se realiza un programa permanente como parte de un monitoreo estatal que busca tener un diagnóstico para tomar medidas de mitigación.
Indicó que de manera preliminar se puede observar que 51% de la costa en Veracruz pierde playa y 39% la ha ganado en los últimos años; la causa es variada, pero el principal factor es el cambio climático, señaló.
Las acciones de mitigación dependerían de las regiones, pero serían en el sentido de construcción de escolleras, reforestación y programas de conservación de ecosistemas en riesgo que pueden ser reconstruidos, consideró.
Agregó que por ahora no podría referir si existe alguna zona de alto riesgo, pero adelantó que un punto donde los propios pobladores han mostrado preocupación es en el municipio de Alvarado, en la localidad de Mata de Uva, a unos 40 kilómetros de la zona conurbada Veracruz-Boca del Río.
Miranda Alonso indicó que en los siguientes meses la Secretaría de Protección Civil tendrá un diagnóstico completo con base en los monitoreos que integran el estudio que actualmente encabeza.
Detalló que entre la metodología que se utiliza se analizan fotografías satelitales de la costa, del periodo comprendido entre 1996 y el 2018, en donde se muestra de manera explícita el comportamiento del litoral.
El especialista reiteró que los datos permitirán establecer programas de acción de los tres niveles de gobierno para resarcir las afectaciones, aunque también precisó que se trata de un problema que no es exclusivo de este estado, pues se presenta en todos los mares, en esta región desde el bajo Caribe hasta Miami, por lo que la alerta y las acciones deben ser consideradas por todas las autoridades y sectores de la sociedad civil en la franja costera internacional mencionada.