Caminar por algunas calles de Xalapa resulta complicado debido a la apropiación que particulares hacen del espacio público. Banquetas y aceras de la ciudad son bloqueadas de manera momentánea o permanente por comerciantes como por vecinos que se los apropiaron o lo invaden al construir escaleras, macetas o amplían sus cocheras.
Los usos que hacen comercios y vecinos de las aceras que son la parte de una vía destinada al uso de peatones son distintos; en la mayoría de las calles de esta capital las banquetas sirven para estacionar el automóvil y las motos.
¿Por qué unidades usan las banquetas como estacionamientos?
El caso de la calle Lázaro Cárdenas, en la colonia Benito Juárez, las familias que transitan todos los días y en cada momento deben hacerlo bajándose a la calle por donde circulan los camiones y automóviles, con lo que arriesgan su integridad física; los bloqueos al libre tránsito son constantes.
En cada cuadra que avanzan los peatones por esta rúa debe bajarse a la calle porque la banqueta la han convertido en un largo estacionamiento público; ahí hay autos de todos tamaños y modelos que permanecen estacionados todo el día, varios de ellos son “maceta” que ya no utilizan sus propietarios y optaron por dejarlos enfrente a sus casas.
Así, las personas que van de la zona del Ferrocarrilero y que avanzan hacia la carretera a Briones se encuentran distintos obstáculos para avanzar, autos, puestos de comercios de pollo, queso, verduras y muebles, de todo se puede observar en esta acera.
Vecinos de la zona aseguran que este tipo de acciones ponen en riesgo la seguridad de cientos de personas que tienen que bajarse al arroyo vehicular para poder transitar. Explican que aunque se trata de avenidas “muy transitadas” ninguna autoridad ha tomado medidas para evitar que esto siga pasando.
Pero no solo con autos bloquean las aceras, en otros casos, como en de la calles Honduras y Roble, de la colonia Francisco I. Madero, en esa esquina un vecino construyó unas escaleras de acceso y un macetero que impide el libre paso; quien camina por aquí debe bajarse a la calle para seguir su camino.
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Además, en la calle Brasil, de la colonia Buenavista, otro vecino instaló unas escaleras de fierro para poder tener acceso a la segunda planta de su vivienda y construyó un enorme macetero que obviamente no permite el libre acceso a los peatones que caminan por esta vía.
Otro caso que se ha documentado es en la calle Artículo 123, en la colonia Estibadores, donde un vecino colocó unas escaleras para subir a la segunda planta de su casa, además sembró una planta que evita el paso a los vecinos por la banqueta.
Un caso más en el que los vecinos han mostrado su inconformidad por la obstrucción de la acera ocurre en la calle Negritos, a un costado de la Iglesia de Las Américas, donde una persona utilizó la banqueta para construir escaleras con barandal para ingresar a su vivienda. Quienes caminan por esa zona deben bajarse a la calle para avanzar.
Otro vecino, de la colonia Progreso, en la calle Coatzacoalcos, amplió su cochera para lo que utilizó el espacio destinado a la banqueta, obstruyendo el libre tránsito en la vía.
Así como estos casos son numerosos los casos de vecinos que toman las banquetas como si fueran de su propiedad, bloquean el libre paso sin importarles que este espacio es destinado para que los peatones caminen con toda seguridad.
Usar la calle para ampliar negocio... mala idea
Las banquetas de innumerables calles de la capital se han convertido en “zonas comerciales” que bloquean e impiden el libre acceso de los peatones; carnicerías, juguerías, pollerías, ferreterías, sólo algunos de los establecimientos que venden sus productos en la acera.
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No importa si se trata de calles del centro de la ciudad o colonias populares las banquetas han sido invadidas por comerciantes que venden huevo, pollo, verduras, jugos o macetas y que bloquean el libre paso de las personas.
Otra situación es la de los comercios establecidos que han tomado la banqueta enfrente a su negocio como una ampliación para exponer sus productos al público, sin importar que las personas deben cruzar por en medio o de plano bajarse a la calle.
Es el caso de la calle González Boca Negra, esquina con Leonora Vicario, en la zona centro, donde en esa esquina una verdulería amplió su negocio a la banqueta, junto funciona un expendio de jugos también y al lago una puesto de regalos, todos en la acera.
Ahí, es un problema para los peatones transitar de forma adecuada porque cuando quieren caminar por esa concurrida acera, si hay clientes tomando sus jugos o comprando y tomando los jugos y obsequios deben bajarse a la calle, porque el libre acceso no existe en esta vía.
Así como en este sitio hay numerosos establecimientos que ante la omisión de la autoridad municipal toman las banquetas como parte de su negocio; sacan sus tinacos, flores, mesas y asientos para los clientes sin importar que las aceras son para que camine el peatón de forma segura.
Otras de las avenidas donde no hay orden y las aceras están prácticamente ocupadas por distintos negocios son 28 de Agosto y Adolfo Ruiz Cortines, que a lo largo de su recorrido por distintas colonias de la ciudad.
En el caso de Ruiz Cortines por donde además circula la ciclovía, hay negocios como servicios de mecánico eléctrico, reparación de llantas, vulcanizadoras, ferreterías, venta de fierro y cartón, que mantiene ocupadas las banquetas y hasta parte de la calle como si fuera parte de su propiedad. Quienes circulan por esta vía deben bajar a la calle o esperar su turno para avanzar.
En la avenida 28 de Agosto la situación es similar. Sin que nadie se los impida, algunos establecimientos amplían su negocio a la banqueta para que los clientes que pasan vean tinacos, llaves y lavabos, macetas, verduras y frutas, pollo, piñatas, queso, conos de huevo, palomitas; todos esos productos se expenden en la banqueta por lo que los compradores impiden el paso a los peatones que deben caminar e ir esquivando chocar con el expendio y las personas que están adquiriendo los productos.
En la zona aledaña al Hospital del ISSSTE, en la calle Fraternidad los comerciantes ya no solo ocupan la banqueta sino parte de la calle con sus puestos semi ambulantes o de plano colocaron casetas de madera o láminas para vender distintos alimentos; ellos colocaron sus puestos sobre la acera y la rúa e impiden el libre acceso.