Xalapa, Ver.-La Arquidiócesis de Xalapa pidió porque la gracia de Dios conceda vivir una fe comprometida con todos y con todo lo que nos rodea, sin confiar ciegamente en falsos mesianismos.
En su comunicado dominical, el vocero de la Arquidiócesis de Xalapa, Juan Beristain de los Santos explica que la fe en Jesucristo se vive en comunidad, pues ésta representa una visión espiritual para ver y promover el reconocimiento auténtico de los demás.
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¿Por qué para los católicos la fe se debe vivir en comunidad?
Agrega que hoy se vive el letargo de ser mejores personas, la saciedad de nuestros propios gustos, el gusto desmedido por la promoción personal sin meta alguna, la indiferencia y descaro de quienes pueden y deben hacer mucho por los demás.
Por ello, subraya que es importante la experiencia comunitaria de fe porque ayuda mucho a madurar la vida relacional de todos. “Caminar solo es contrario a la fe, pues se pierde la riqueza y lo bello de la existencia en toda su profundidad”.
Expone que la fe vivida en comunidad permite caminar por un sendero seguro, pues permite que Dios se revele con todo su esplendor y gloria hasta colmar los anhelos y deseos más profundos y auténticos de la persona.
“Vivir en y desde la comunidad nos unifica para luchar día a día por los grandes ideales de la justicia y la paz. La comunidad de fe se convierte en un apoyo para que el creyente se vaya conociendo a sí mismo, pero, sobre todo, para que la persona se inicie en el reconocimiento y promoción del desarrollo de los demás”.
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Refiere que hoy existe la gran tentación de vivir solo para comer, hacer dinero, divertirse y mandar, “por eso, hoy más que nunca se requiere la fuerza y la riqueza del cristianismo vivido en comunidad, pues son necesarios no sólo para reconocer a los demás, sino también, para conocer y transformar todo lo que nos rodea en nuestro entorno”.
Añade que muchas personas han olvidado injustamente que todos debemos participar en el desarrollo integral de todos, sin excepción alguna, “el conformismo de ser espectadores pasivos y esperar a que todo se nos regale, desaparece con la luz que Cristo arroja para hacernos agentes activos del cambio integral”.