El abandono de los estudiantes es muy fuerte en la educación media superior y se convierte en un drama, afirmó Juan Fidel Zorrilla investigador en sociología educativa del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación de la Universidad Nacional Autónoma de México (IISUE-UNAM).
Señaló que la eficiencia terminal en el bachillerato es de cerca de 64 por ciento, lo que no ha cambiado en las últimas décadas, pese a que ahora es obligatorio.
"Si un alumno entra al bachillerato y le hacen preguntas y no contesta bien en el primer parcial, reprueba, se siente aislado, ese alumno ya está con un pie afuera y ese drama nadie lo ve, ya no lo ve ni su familia, ni sus amigos, ni la escuela, ni en el salón, ni el profesor, y entonces abandona".
Agregó que en el país interesa mucho la educación, pero con frecuencia la atención se dirige hacia básica y superior y más a menudo de lo que sería deseable, la media superior queda desatendida.
Dijo que está demostrado empíricamente que en América Latina quienes tienen certificado de educación media superior, se convierte en el pasaporte para salir de la pobreza porque se permite acceder a oportunidades mejor remuneradas de trabajos que requieren más formación y más conocimientos.
Recordó que desde 2012 la educación media superior se volvió obligatoria, lo que se convirtió en un cambio muy fuerte para el país ya que anteriormente, el énfasis estaba puesto en que el bachillerato era para escoger y asegurar "que lleguen a educación superior los mejores elementos".
"Actualmente de cada 100 jóvenes que están en edad de estudiar, de los 15 a los 17 años entran 73, 74. Hace 20 años entraban menos de 50. Entonces sí ha habido un aumento, pero todavía tenemos más, casi una tercera parte de jóvenes que todavía no ingresan porque no han completado la secundaria".
De ahí que dijera que todavía se tienen tareas pendientes y por lo que es necesario conocer cómo funciona para asegurar que cuando lleguen los alumnos encuentren un ambiente propicio para poder desarrollarse y que no solamente ingresen, sino que permanezcan y terminen.
"La educación en los últimos 50 años ha cambiado mucho. Hace 50 años la escuela, sobre todo la media superior, exigía que los alumnos se adaptaran a la escuela y el que no se adaptaba, bueno, pues qué pena, ya no tienes capacidad para seguir estudiando más arriba. Eso afortunadamente ha cambiado y ahora se busca que las escuelas se adapten a sus estudiantes para asegurar que todos la terminen".
Explicó que uno de los problemas es que los alumnos se quedan solos y nadie se da cuenta y se van marginando.
"No se hallan, reciben un ambiente hostil, ellos solos lo sienten, los papás no ayudan, andan en lo suyo y abandonan en estas proporciones del 37, 38 por ciento”.
Expuso que la mayoría los chicos dejan la escuela porque reprueban y la mayor parte de lo hacen en el primer semestre y muchos de ellos antes de que pase el primer parcial porque sienten un ambiente poco amigable.
"Es lo que yo digo, o sea, tú entras a un plantel porque es bueno, porque pudiste, llegas, no conoces a nadie, ves que todo mundo anda platicando con otro mundo y tú te sientas en la fila de atrás, entonces ahí eres un poco retraído, te preguntan, balbuceas, te equivocas, se ríe todo mundo, no bueno, ya ese alumno ya tiene una mala experiencia que nadie vio ni nadie sintió (...). Si ese alumno en cualquier otra cosa sigue siendo, se siente marginado, no ha pasado ni un mes y ese alumno ya está pensando en salirse, en dejar de ir a la escuela y no les va a decir a sus papás ni a sus amigos reconocer que no está pudiendo".
Por lo anterior remarcó la importancia de que los padres y madres de familia, en la escuela, estén detectando esta situación y se atienda antes de que ya se presente el problema.