Veracruz, Ver.- Luego de que algunas verduras y el precio del pollo han registrado una alza de precios en la conurbación Veracruz-Boca del Río, vendedores de productos del mar aseguran que el pescado y los mariscos pueden representar una opción para las mesas de las familias porteñas y jarochas.
¿Qué productos del mar tienen precios bajos en Veracruz?
De acuerdo a los locatarios de Plaza del Mar, en la actualidad hay varios productos que registran precios a la baja como la mojarra, la jaiba y el camarón además de otros pescados menos conocidos por los consumidores.
Rubén Arroyo Ramírez, propietario del local Arrix, platica que en la actualidad el precio de la mojarra anda oscilando en los 70 pesos el kilo cuando hace una semana estaba en 120 pesos el kilo.
Otro de los productos que ha tendido a disminuir hasta en un 70 por ciento es el camarón, el cual se puede encontrar desde los 120 pesos hasta 180 pesos el kilo, dependiendo el tamaño.
La jaiba viene siendo otro producto accesible la cual se puede encontrar entre 80 y 100 pesos el kilo, dependiendo el tamaño. Otros productos que no son tan accesibles pero mantienen sus precios estables son el pulpo en 240 pesos; el caracol 130, 150, 280 hasta los 300 pesos.
Otros pescados más económicos que pueden encontrarse son la lisa en 50 pesos el kilo y la cojinuda también a 50 pesos, los cuales por ser pocos conocidos se mantienen a la baja.
El comerciante reconoce que al igual que el pollo, las verduras y la carne, los precios de los productos del mar también tienden variar, pues depende mucho de las condiciones meteorológicas.
Al haber mal tiempo la producción baja y los precios del pescado y los mariscos tienden a elevarse entre un 20 y 30%.
Por su parte, Roy Jiménez, otro locatario de plaza del mar difiere un poco en los precios de la sierra y la mojarra, las cuales asegura que se incrementaron un poco, en el primer caso se encuentra en 130 pesos y en el segundo caso se encuentra en 100 pesos, pero considera que esta última su precio es accesible.
En el caso del camarón, coincide que se fue a la baja y en la actualidad lo oferta en 120 pesos el kilo cuando hace una semana lo estaba comercializando en 140 pesos.
Otro producto que tendió a la baja es el kilo del robalo que estaba en 210 pesos y ahora se encuentra en 180 pesos el kilo; no así el caracol el cual registra un incremento el cual de 210 pesos pasó a 300 pesos el kilo.
Sin embargo el pulpo puede representar una opción para las amas de casas pues de 320 pesos pasó a 180 pesos el kilo; al igual que la jaiba también tendió a bajar de precio y se puede encontrar entre los 85 pesos a 110 pesos el kilo.
A su vez, Don Víctor Luis Ochoa, propietario de la pescadería “El pelonchas”, coincide en que hay varios productos del mar que tendieron a disminuir su precio como la mojarra, la cual anda oscilando entre los 100 y 110 pesos el kilo; el camarón de laguna se puede encontrar desde los 110 pesos a 270 pesos, dependiendo el tamaño.
Lo mismo reporta con la jaiba, la cual comercializa entre 100 y 120 pesos el kilo, dependiendo el tamaño. Al igual ocurre con el caracol el cual oferta el kilo en 170 pesos.
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No así el kilo del pulpo, el cual manifiesta que se encuentra un poco elevado, comercializándolo entre los 200 pesos a 270 pesos, dependiendo de su procedencia.
El comerciante hizo un llamado a las amas de casa a reconsiderar los productos de mar, porque además de los ya mencionados, existen otros pescados más económicos que se pueden ajustar a su economía como es el caso del: Ronco; el Peto o tolete; el jurel; la cojinuda o la lisa, donde sus precios se encuentran en 35 pesos el kilo.
Los comerciantes manifiestan que pese a ello las ventas no atraviesan sus mejores momentos, pese a que en las últimas semanas la zona conurbada atravesó por el Salsafest, las fiestas carnestolendas, las fiestas de Santa Ana y ahora la temporada vacacional de verano.
Los locatarios manifiestan que solo los fines de semana es cuando experimentan un repunte del 80 por ciento, pues entre semana tienden a desplomarse hasta un 30%, atribuyéndole a los gastos que genera la compra de útiles escolares.
