La prevención del abuso sexual infantil debe comenzar desde edades muy tempranas, de ser posible en edad preescolar o un poco antes si el niño puede entenderlo. No hacerlo puede traer como consecuencia el sufrimiento físico y mental de por vida de nuestros niñas y niños.
Con el propósito de informar a sus incontables y gentiles lectores acerca de este doliente tema, pido a usted sea publicada la presente misiva en su reconocida sección “Cartas a la Dirección”.
El abuso sexual en menores es un problema alarmante que le atañe a todos los países del mundo (Consultar en: http://www.scielo.sa.cr/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1409-00152014000100006).
El abuso sexual en menores de edad usualmente coexiste con otros tipos de violencia hacia los niños.
Setenta niños son abusados sexualmente, cada día, en México. Aproximadamente más de 25 mil niños son atacados cada año (Revisar: http://www.cronica.com.mx/notas/2016/946184.html).
Se considera abuso sexual cualquier clase de contacto sexual con un niño menor de 18 años por parte de un familiar, tutor o adulto que, aprovechando la inmadurez mental o psicológica del menor, mediante asimetría de poder (edad, jerarquía, profesión, violencia), pretende obtener satisfacción sexual bajo coacción, engaño (seducción) o agresión con intención de ocultarlo.
También la explotación comercial sexual es abuso.
Se cree que las formas más frecuentes de abuso sexual son: los tocamientos genitales y el jugueteo, le sigue la sodomía (penetración anal) con 39%, la penetración vaginal en 22%, la exposición a pornografía en 10% y el contacto oral-genital en 9%.
La violación es la penetración vaginal, anal y/u oral con el cuerpo del perpetrador o con un objeto.
Lastimosamente, los niños con discapacidad física y peor si además tienen una enfermedad mental sufren actos de violencia con una frecuencia casi cuatro veces mayor que los que no tienen discapacidad (Leer: http://www.who.int/mediacentre/news/notes/2012/child_disabilities_violence_20120712/es/).
Existen datos que postulan que sólo el 6% de los casos de abuso sexual son reportados a las autoridades.
El abuso sexual de niños es frecuente y ocurre en todas las clases socioeconómicas. Las víctimas suelen ser mujeres, aunque las cifras en los niños van cada vez más en aumento. El perpetrador del abuso suele ser familiar, alguien conocido o muy cercano a la víctima. Se estima que 70% de ellos son miembros de la familia, amigos, sacerdotes o personas a cargo del cuidado o educación del menor, y en especial figuras paternas.
El abusador suele ser del sexo masculino (95.5%), la minoría son mujeres.
Síntomas del abuso sexual infantil
Los síntomas del abuso sexual de niños pueden abarcar:
Ropa interior rasgada, manchada o sanguinolenta.
Dificultad para caminar o sentarse.
Trastornos intestinales, como ensuciarse o incontinencia fecal.
Trastornos alimentarios, como la anorexia nerviosa o comer exageradamente.
Síntomas rectales o genitales, como dolor al orinar o en las deposiciones; comezón, ardor o secreción vaginal.
Dolores de cabeza repetitivos.
Problemas para dormir.
Dolores de estómago (dolencia vaga).
Las lesiones por penetración van desde laceraciones superficiales vaginales, anales y en la boca, hasta profundas con riesgo de shock hipovolémico por sangrado profuso y la muerte.
Los niños abusados pueden:
Mostrar comportamientos perturbadores, tales como consumir alcohol y drogas psicoactivas o involucrarse en comportamientos sexuales de alto riesgo.
Tener un rendimiento escolar deficiente.
Depresión, llanto por cualquier causa, ansiedad y nerviosismo.
Tener miedos excesivos.
Robar comida y objetos.
Apartarse de las actividades normales (Ver: https://www.clinicadam.com/salud/5/007224.html).
También pueden presentar con frecuencia y sin causa aparente moretones, raspones, laceraciones, mordeduras, quemaduras, fracturas, lesiones vaginales, lesiones en el ano, en la boca y garganta; lesiones no penetrantes pero que involucran el pubis, clítoris y los labios, como las antes mencionadas.
El o la paciente puede quejarse de dolores crónicos, síndrome de hiperventilación crónico (respira rápido y profundo, pudiendo presentar mareo y desmayos), y debido al estrés constante se deteriora su sistema inmunológico, por lo que, pueden llegar a sufrir todo tipo de enfermedades.
Además de las lesiones anteriores, también están las problemáticas de embarazo y la adquisición de enfermedades de transmisión sexual (ETS), como el VIH, la gonorrea, Trichomonas vaginalis, Gardenella vaginalis; condiloma acuminado (verrugas genitales), uretritis, herpes genital, candidiasis, entre muchas otras.
En todos los casos, la presencia de una ETS en un menor de edad siempre debe obligar al médico a descartar abuso sexual o conductas sexuales riesgosas.
Las víctimas de abuso sexual infantil tienen mayor tendencia a presentar depresión, ansiedad, trastorno de estrés postraumático, suicidio e ideación suicida, baja autoestima, cambios emocionales, agresividad, conducta antisocial en la adultez temprana.
A largo plazo se ha observado una predisposición en los niños abusados sexualmente para el alcoholismo, tabaquismo, uso de drogas, prostitución, delincuencia, fuga del hogar, tener miedos excesivos, apartarse de las actividades normales, fracaso y deserción escolar, desempleo, embarazo adolescente o no deseado, conflictos familiares, dificultad para establecer relaciones interpersonales y mayores tasas de divorcio y de separación.
Dentro de las manifestaciones de disfunción sexual también pueden encontrarse las relaciones sexuales dolorosas tanto en mujeres como en hombres y diversas dificultades físicas y mentales para relacionarse sexualmente al ser adultos. Lamentablemente, las mismas víctimas de dicha agresión pueden convertirse en perpetradores o criminales sexuales en un futuro. Por este motivo, es de vital importancia tratar las secuelas en los niños víctimas de abuso sexual.
El especialista adecuado para diagnosticar y tratar las consecuencias del abuso sexual infantil es el pediatra, el cirujano pediatra y el psiquiatra en niños.
Cuando un niño le confíe un abuso sexual reciente, no demore en acudir a que un médico le revise y practique exámenes. Y acuda a las autoridades correspondientes.
El paciente puede necesitar de inmediato medicamentos antiinflamatorios, antidepresivos y para prevenir o tratar enfermedades de transmisión sexual, y las mujeres también pueden recibir medicamentos para prevenir un embarazo.
Prevención
Prevenir el abuso sexual en menores es una tarea de todos. Los niños deben ser educados desde la edad preescolar, sobre las 3 R: “Reconocer, Resistirse y Reportar” o el hecho de saber decir “no” ante una situación peligrosa.
Se sugieren las siguientes reglas:
Ayudar a proteger a su hijo, estableciendo un ambiente familiar en donde se sienta seguro y en confianza de decir todo lo que quiera y sienta, sin miedos, pena, ridículo o castigo.
Asegurarse que sus hijos saben que su cuerpo es sólo suyo y que nadie debe hacerle algo que lo haga sentirse incómodo, triste o mal. Él (ella) tienen derecho a decir “no” si alguien trata de tocarlo(a) y no mantenerlo en secreto.
Es importante dejar claro a los niños, que no deben guardar un secreto los hace sentir triste, mal o con miedos.
Explicar la diferencia entre expresiones de cariño y caricias sexuales.
Se recomienda otorgar confianza al niño: creerle y apoyarle cuando refiere violencia sexual.
Hablar claramente sobre sexualidad con los hijos.
Al contratar una persona que cuide de los hijos, pida referencias de la misma y manténgala vigilada con cámaras u otros métodos (Leer: http://pepsic.bvsalud.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1405-339X2009000100010).
Procure no perder de vista a sus hijos en eventos masivos: paseos, fiestas, plazas comerciales o actividades fuera de su hogar.
Eduque a sus hijos a no aceptar regalos a cambio de una condición o petición.
Informe a su hijo o hija la importancia de que nadie puede tomarle fotografías sin su consentimiento.
Aprenda a vigilar los sitios web (Internet) que visitan sus hijos, así como sus amigos en las redes sociales (Revisar: https://fge.jalisco.gob.mx/prevencion-social/medidas-preventivas-abuso-sexual-infantil).
Ante la sospecha o seguridad de abuso sexual a un niño, nunca bañe al menor y guarde las ropas que traía puestas.
Como cada semana, y desde hace más de 310 publicaciones en este prestigioso medio de comunicación, que pretenden cumplir con una labor social sin fines de lucro, insisto en la imperiosa necesidad de que las instituciones de salud federales, estatales y municipales informen a la población de manera sencilla, breve y frecuente acerca de las enfermedades, y cómo prevenirlas o controlarlas, a través de todos los medios de comunicación masivos; además de promover políticas públicas adecuadas para lograr la eficiente prevención y control de las enfermedades o de sus complicaciones.
En otro asunto, me permito informarle y a sus amables lectores, que en el programa de radio ‘Especialistas médicos al cuidado de su salud’ que conduce el doctor Rafael Aguirre Cardoza, el próximo viernes nos acompañará el ginecólogo con subespecialidad en medicina fetal, doctor Raigam Jafet Martínez Portilla, con el importante tema: ‘Bebés con bajo peso al nacer”. En este programa de radio cada viernes se entrevista a diferentes especialistas con temas de enorme relevancia para toda la población. Su servidora forma parte del equipo de producción de este esmerado proyecto de salud, que se transmite de 20 a 21 horas, a través de Abc Xalapa Radio, división de Organización Editorial Mexicana, por el 92.9 FM. Teléfono en cabina 818-04-56; para contacto vía mensaje WhatsApp 2281331268; vía Internet por: www.emcs.com.mx (donde también se encuentran las entrevistas de más de noventa enfermedades) y por www.diariodexalapa.com.mx
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