Acajete, Ver.- Productores de leche y quesos de La joya, en Acajete, consideran que los datos aportados por la Profeco sobre productos lácteos de mala calidad y que mienten al cliente será un parteaguas para que el consumidor valore los productos artesanales que sí abonan a su salud, sostuvo María Lizeth Hernández Soto.
El queso consta de solo tres elementos: leche, sal y cuajo, sostuvo, así que no es posible que el kilo de queso cueste menos de cien pesos, puesto que elaborar un kilo se lleva alrededor de diez litros de leche y ésta cuesta 8 pesos, por lo que si el producto que ofrecen en los mercados es más barato, no es de leche, dijo.
Con ella coincidió Hugo Hernández Martínez, cuya familia elabora los productos artesanalmente en esa misma zona. Los productores de la región no temen a que les tomen muestra de sus quesos porque todos son naturales y sin químicos.
La familia Hernández Soto, que está en el negocio del queso desde hace unos 40 años, y en el de leche un poco más, ha estado en la lucha desde hace muchos años para que el gobierno diera a conocer qué productos no son benéficos con base en la cantidad de químicos que utilizan.
María Lizeth añadió que algunos consumidores no tienen la cultura de revisar las etiquetas de los productos que compran, pero ahora resulta que tampoco los empresarios ofrecen información certera y precisa, lo que seguramente hará que el cliente voltee a ver los productos artesanales de la región para comer sano.
"Es ilógico pensar que el kilo de queso pueda tener un precio en el mercado de menos de cien pesos, ya que sólo un kilo de queso se lleva diez litros de leche, y entonces cuando algunos clientes preguntan por qué es más caro simplemente se les explica, ya que incluso hay personas que creen que el queso se elabora con leche de caja. Luego de recibir esa información, el cliente valora los productos artesanales", afirmó.
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Si bien el gobierno ya inició analizando los componentes de productos de algunas empresas, aún falta mucho por hacer ya que no todo el producto que se vende a granel en mercados, tianguis y tiendas es natural, sin químicos y conservadores.
Sin embargo, las acciones emprendidas podrían representar un parteaguas que beneficiaría a quienes sí ofrecen un producto de calidad, pues además de que cada vez son más las personas que se preocupan por lo que consumen.
Hernández Martínez asentó que a las empresas locales no les afectaría cualquier revisión, pero sí les beneficiaría porque aumentaría el consumo local, podría haber un repunte en las ventas y sobre todo es una buena oportunidad para que los consumidores volteen a ver a los productores regionales.
Me dedico a esto y lo hago bien por ética, por la salud de mis clientes y por mi familia que también consume los productosMaría Lizeth Hernández Soto | productora artesanal
Por lo que no temen la revisión de cualquier dependencia. “Estamos orgullosos de ser lo que somos y de ser de La Joya”, puntualizó.