Gloria Olivares Pérez, coordinadora del Programa Universitario de Educación Inclusiva (PUEI) en la Facultad de Psicología de la Universidad Veracruzana (UV), convoca a las autoridades a sostener un diálogo para lograr que en Xalapa haya transporte accesible para las personas con discapacidad.
En el caso específico de estudiantes de la UV, dice, hay avances en el ingreso a distintos programas educativos pero uno de los problemas es cómo se trasladan a sus facultades.
“La inclusión llegó para quedarse y buscamos que las autoridades nos apoyen. La mayoría son estudiantes de recursos medios-bajos y no tienen para pagar taxi”, expone en entrevista.
La académica considera la opción de cuando un particular vaya a cambiar un parque vehicular y compre uno nuevo, él lo ponga y el Estado dé su aporte correspondiente para hacerlo inclusivo.
“Ya ingresaron, ahora la meta es la permanencia y egreso”, expresa para luego anotar que en el estado, en 2018, la UV tenía un número reducido de estudiantes con discapacidad y en 2024 son casi 230 distribuidos en distintas regiones.
La accesibilidad en el transporte público, admite, no es el único reto, pero sí fundamental para la movilidad y la optimización de recursos económicos familiares destinados para la formación académica de personas con discapacidad.
En el marco del arranque de la iniciativa #YoTambiénVoto2024, proyecto en pro de la inclusión en las elecciones, y del que Diario de Xalapa es aliado, la académica ahondó en los avances y desafíos en la educación universitaria para un grupo poblacional con el cual hay deudas pendientes.
“Hemos dado muchos pasos y hemos trabajado con la infraestructura. Somos una universidad que integra pero no incluye, y en eso estamos. En 2022-2023, se buscó un proyecto de 80 montacargas para las distintas entidades donde tenemos presencia en el estado. Vamos poco a poco”.
El mayor desafío, indica, es la disposición de abonar a una cultura incluyente y a una política educativa, para lo cual se debe involucran tanto la familia como la sociedad, no solo el Estado.
En la práctica académica, acepta que aún hay mucho por hacer con las actitudes de algunos docentes, para lo cual han creado talleres y diseñado charlas.
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Desde el PUEI, parte del Centro para el Desarrollo Humano e Integral de los Universitarios, detalla que cuentan con un eje de formación para profesores y personal administrativo.
“Si docentes y toda la comunidad universitaria no está informada y formada, no se sensibiliza y no se compromete”, puntualiza.
Logros
Al referirse a las acciones efectuadas al interior de la UV, detalla que cada intersemestral abren dos o tres experiencias de formación en inclusión de educación superior, en línea y presencial.
Además, asegura que donde hay llamado de las entidades académicas, asisten para dar charlas y cursos para docentes, personal administrativo y comunidad estudiantil.
Investigaciones, creación de programas, modificaciones a las convocatorias de ingreso, la realización de un foro internacional anual con participación de México, España, Chile y Colombia, países con avances en el área, son otras de las actividades que, menciona, surgen del PUEI.
Gloria Olivares Pérez da a conocer también que ya generaron un libro con la fundamentación sobre la educación inclusiva, con la normatividad internacional, nacional y local.
El volumen también dedica espacio a las barreras que presentan todas las entidades académicas en educación superior, especificando las de la UV, y un capítulo de estrategias muy generales tanto sociales como de lenguaje y didácticas para estudiantes que presenten algún déficit funcional auditivo, visual, intelectual o de neurodesarrollo.
También comparte que presentaron un reglamento en el Consejo Universitario y actualmente están por concluir el Protocolo de Inclusión para también hacérselo llegar.
La misión de esta herramienta, explica, es otorgar a directores y docentes la ruta a seguir cuando llegue un estudiante con discapacidad.
Apunta que el Plan de Desarrollo de la Rectoría actual tiene dos ejes sustantivos, derechos humanos y sustentabilidad. En el primero, una de las principales líneas es la inclusión de estudiantes universitarios.
“En inclusión, todo abona”, concluye la académica, quien da a conocer la existencia de talleres permanentes de Lengua de Señas Mexicana.