Regalando huevos a la población, dueños de centros de Verificación Vehicular se manifiestan en la plaza Lerdo, en contra de los nuevos lineamientos para el programa de verificación, emitido por el Gobierno del Estado y que ya entró en vigor a partir del primero de marzo.
Como acción de protesta, los manifestantes regalan huevos a los transeúntes en bolsas membretadas.
Los manifestantes solicitaron audiencia con el Gobernador, con el fin de que escuche los reclamos que tienen respecto a las modificaciones que se hicieron al programa de verificación en la entidad.
Con una bolsa de huevos, uno de los manifestantes pidió se le concediera el acceso a Palacio de Gobierno desde la puerta principal; sin embargo, no se le permitió la entrada.
Se debe recordar que en los nuevos lineamientos se establece que los concesionarios que se registren como proveedores del estado, para poder cobrar el servicio prestado ante la Secretaría de Finanzas y Planeación (Sefiplan) perderán los derechos adquiridos por la licencia que pagaron.
La Sefiplan podrá generar ingresos superiores a los 3 mil millones de pesos, al convertir el servicio de la verificación de la emisión de gases de los automóviles en un derecho.
En la entidad hay más de 330 concesionarios, de los cuales al menos 260 son centros de verificación y más de 70 de verificentros.
Los concesionarios señalaron que han tramitado amparos, dado el decreto en el que se establece que será la Sefiplan la que cobre la verificación vehicular, a través de tiendas de conveniencia.
Mencionaron que algunos jueces locales han dilatado el trámite y, en otros casos, fueron remitidos a los juzgados del municipio de origen de los concesionarios, lo que dio tiempo a la Sefiplan para publicar los lineamientos del programa que cobró vigencia el pasado 2 de marzo.
Destacaron que los lineamientos obligan a los concesionarios a registrarse al padrón de la Sefiplan, lo cual es violatorio de la ley, ya que la licencia que se les otorgó fue con el objetivo de que ellos brinden un servicio para el que el Estado no tiene la capacidad.
Al ser proveedores se convierten en trabajadores del Estado, dejando de lado la inversión, instalaciones e infraestructura de la que dispusieron para verificar los automóviles, afirman.