NAOLINCO, Ver.- Zapateros de Naolinco, aseguran ir ganando la batalla en contra la introducción de zapatos de mala calidad, tanto del país como de origen chino y celebran que siete de cada diez pares de zapatos que se venden en este Pueblo Mágico son de producción local artesanal.
En entrevista, artesanos del calzado reconocen que hace cerca de una década, el mercado de Naolinco comenzó a llenarse de zapatos de plástico o piel sintética, lo que en su momento causó que la producción y venta de zapato artesanal sufriera una caída. Esto lo obligó a actualizarse y ponerse a la moda para enfrentar esa competencia e imponerse.
Señalan que además de los nuevos modelos, los zapateros ofrecen también la posibilidad de fabricar modelos al gusto y necesidad de los clientes, pues basta con que lleven la impresión de algún diseño para que puedan llevarlo a cabo.
Naolinco, tierra de zapateros
Ubicado en la zona montañosa central del estado de Veracruz, el municipio de Naolinco es conocido por la producción de calzado de piel. La bienvenida a este lugar la da una monumental estatua en honor al zapatero. Y es que, sus habitantes tradicionalmente han vivido de la manufactura de bolsas aunque también se elaboran zapatos, cinturones, carteras, chamarras.
En esta zona, la elaboración de zapatos se mantiene como un negocio familiar, pues aunque hay jóvenes que actualmente no están interesados en aprender, el oficio se sigue heredando entre generaciones, destacan.
En Naolinco hay alrededor de 200 artesanos dedicados a la elaboración de zapatos y cada uno fabrica entre 60 y 300 pares a la semana. Actualmente, según ellos, siete de cada diez pares de zapatos que se venden en Naolinco son de producción local artesanal; los otros tres, abundan, “son de mala calidad” y precisan que provienen de industrias chinas o nacionales.
Durante un recorrido realizado por establecimientos de esta cabecera municipal, se pudo detectar que la mayoría vende zapato artesanal; en los exhibidores es casi nula la presencia de zapatos de otros sitios.
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Ser zapatero, un oficio noble y productivo
La elaboración artesanal de zapatos es un oficio noble y productivo, pues de ahí hay quienes han sacado adelante a sus hijos como profesionistas, sostiene Ricardo Grajales Rodríguez.
Con al menos 40 años de experiencia como zapatero, él ha sido testigo de la evolución de la industria del zapato en este Pueblo Mágico.
"La zapatería artesanal ha evolucionado en el aspecto de que se ha mejorado la calidad del calzado y los modelos; los materiales se han ido innovando más cada vez y en el tipo de las formas, pues se tiene que ir actualizando para poder competir", sostiene.
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Al hablar del zapato chino y del elaborado con materiales de mala calidad, manifiesta que se trata de una competencia que no ha logrado opacar a la industria zapatera de Naolinco. "La gente cuando ya conoce el tipo de zapato que hacemos, entonces ya sabe dónde comprar, pues reconoce que el zapato que aquí hacemos es de calidad y duradero, pues se elabora con los mejores materiales".
Abunda que en ocasiones la clientela se inclina por el precio de zapatos "corrientes", tal vez por la economía, pero al final reconocen que no es un producto duradero.
En Naolinco, agrega, son varias familias las que se dedican a la elaboración de zapatos artesanales y que entre los clientes hay quienes llegan de varios estados de la república e incluso del extranjero, como de Estados Unidos y España. "Es como una industria familiar, pues de aquí viven varias familias, han heredado el oficio y han dado estudios y carrera a sus hijos", reitera.
Heredero de la tradición zapatera, Jesús Adrián Fernández Ortíz lleva cinco años como artesano de zapatos y asegura que esa actividad es redituable para él y para su familia.
Es una actividad que le gusta realizar a diario y presume que en Naolinco la industria prevalece a pesar de la competencia de zapatos económicos, de origen chino e incluso nacional. "La diferencia del zapato de Naolinco con los chinos consiste en que se realizan con mejores materiales de calidad y muy resistentes. Los chinos son más baratos, pero por su material corriente", manifiesta.
También dice que a Naolinco han llegado zapatos de diferentes estados del país, elaborados con materiales sintéticos; aunque son económicos, la clientela prefiere los hechos en este Pueblo Mágico, basados en piel de ternera.
Al inicio, hace como ocho años, los zapatos chinos y económicos ganaron terreno entre los comercios de Naolinco, sin embargo, con el paso del tiempo el zapato artesanal se recuperó y actualmente "no hay mucha baja en las ventas", señala el zapatero.
Calidad, la mejor garantía
La calidad de los zapatos artesanales es la mejor garantía para la clientela, pues suelen durar al menos ocho meses, según el uso que se les dé, señala el zapatero Fernando Basurto.
Dice que la industria del calzado en Naolinco ha sobresalido ante la competencia "corriente", porque la respalda la calidad. "Siempre manejamos materias primas de primera; es piel de ternera y esa es mucho mejor que la de los productos chinos".
Al igual que los demás zapateros, manifiesta que hubo un momento en el que los productos chinos se imponían, pero en la actualidad la industria del calzado ha sobresalido.
"La competencia no solamente es de productos chinos, sino que también hay producto mexicano que llega de distinta calidad, por ser de material sintético", señala.
"En apariencia, tienen un buen aspecto, pero en calidad la realidad es otra. Los productos chinos en su momento sí afectaron mucho y bajaron las ventas bajaron, pero ahora, de cada 10 pares de zapatos que venden por acá, siete seguramente son de los elaborados en Naolinco", puntualiza.
Al respecto, Jesús Márquez Pineda, gerente de Botas Cuatrero, en ese Pueblo Mágico precisa que el calzado que se produce en ese lugar se comercializa en municipios cercanos, como Misantla, Perote y Xalapa, además de otros lugares como:
- Coatzacoalcos
- Minatitlán
- Tuxpan
- Tierra Blanca
- Yucatán
- Ciudad de México
- Querétaro
- Tlaxcala
- Puebla
Aunque a menor escala, precisa, hay venta de zapatos en Estados Unidos y Canadá, ya que aunque no se realiza la exportación como tal hay naolinqueños que radican en esos países y que aprovechan para realizar su distribución y abastecer zapaterías, algunas de ellas en Texas, Indiana y Chicago.
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Márquez Pineda asegura que que el calzado que se fabrica en ese Pueblo Mágico es 100 por ciento piel, la mayoría es piel de vaca pero también hay otras con pieles exóticas legalmente permitidas, como la del pez pirarucú, el lizagarto, la avestruz, cocodrilo, pitón y mantarraya; son de especies que no están en peligro de extinción y que pueden adquirirse en Guanajuato.
Los precios de calzado exótico, como los de unas botas de piel de pirarucú (especie traída de Brasil), se cotiza hasta en 5 mil 500 pesos; las de avestruz, entre 2 mil 800 y 3 mil 200; las de pitón en 2 mil pesos y las de lizagarto en mil 800 pesos. Mientras tanto, el calzado normal anda entre los 350 y los mil 500 pesos.
