/ jueves 30 de junio de 2022

No todo es color rosa: Vecinos temen a afectaciones del Carnaval de Veracruz 2022

Peleas campales, gritos, ambulantes, ruido excesivo y malos olores, lo que tienen que soportar vecinos del Carnaval de Veracruz

Veracruz, Ver.- Lo que para algunos veracruzanos y turistas es una de las mejores noticias después de dos años de pandemia, para otros jarochos el anuncio de la reanudación del Carnaval de Veracruz trajo de nuevo preocupación y malestar, debido a las molestias y afectaciones que deja consigo la celebración de eventos masivos frente a sus hogares.
Vecinos de colonias cercanas como Faros y Zaragoza afirman que esperan las fechas pero no para disfrutar de las fiestas que se realizarán del 1 al 5 de julio, sino para irse de la ciudad y alejarse del bullicio excesivo, los malos olores y exceso de basura, incluso del aumento de la inseguridad.


Es el caso de la señora Rosa Rizo, quien vive sobre la avenida Hernández Hernández, entre Paso y Troncoso e Iturbide, quien desde hace 20 años recuerda que ha sufrido por el desfile de carros alegóricos y los extraños que se acercan frente a su casa para disfrutar la fiesta.

En este tiempo, señala que ha tenido que ver batallas campales de los asistentes, además de padecer por el exceso de basura que dejan los participantes, quienes en ocasiones hasta usan como baño público la banqueta frente a su casa. Recuerda la fecha también como una pelea constante con elementos de Tránsito y Vialidad, que instalan un operativo para cerrar las vialidades y evitan el paso hasta para quienes viven en la zona, como es su caso.


Ramón González, uno de los vecinos afectados por el Carnaval de Veracruz | Foto: Raúl Solís |

“Es un infierno, se sientan por aquí y peor allá, se hacen popó, se hacen pipí, es un baño público, es horrendo… es espantoso el carnaval, es horrendo, yo voy a huir en esos días, aquí estoy ahorita porque está mi nieto en la escuela, pero esos días me voy a ir”, menciona.

Ramón González Ortiz, quien vive en la Colonia Zaragoza desde hace 50 años, afirma que la llegada del Carnaval actualmente no es grata para su familia y muchos de sus vecinos, quienes deben padecer los excesos que deja a su paso la fiesta.

Entre otras cosas, afirma que existe vandalismo a las casas y autos. Aquellos que pueden se van de la ciudad para evitar las afectaciones, mientras que otros deben de mantenerse encerrados y salir a vigilar para evitar que les hagan daños a su propiedad cuando la gente se retira. “Te rayan las paredes, te rayan los carros, te tocan el timbre, cuando termina el paseo uno tiene que salir a la calle para vigilar que la gente no les haga nada. Para mí eso ya no ni Carnaval ni fiesta, es como un modo de darle rienda suelta a los excesos”.

Ramón Gómez afirma que hace años el Carnaval de Veracruz se disfrutaba en familia, llegaban menos personas y la mayoría eran conocidos, pero al pasarse a la zona del bulevar la gente cada vez era más y las afectaciones a los residentes se volvieron más fuertes.

“No es que critique, pero si me ha costado trabajo que mis hijos sean profesionistas y mis nietos ahora son menores de edad, para que los voy a llevar a ver excesos y barbaridades, no es que se espante uno pero no los voy a exponer a una situación así, arriesgando”.

Roberto Vázquez, quien trabaja y vive en un edificio de departamentos en la calle Paso y Troncoso, en el fraccionamiento Faros, menciona que en las fechas del Carnaval es común ver a sus vecinos huir de la zona y colocar maderas para cubrir sus propiedades.

En su caso, menciona que por ser encargado del edificio donde vive le es imposible dejar la ciudad, como muchos inquilinos, pero concuerda con ellos en que los paseos de carros alegóricos dejan afectaciones y malestar.

La mayoría de los que viven en esta zona se van de la ciudad, aunque yo he visto que es muy tranquilo porque siempre hay mucha seguridad, en esta zona siempre hay policías, lo que sí es que sufrimos con el tráfico porque nos cierran las calles, hay que tramitar un permiso y solicitar un tarjetón, aún así luego hay que darle su mochada al tránsito para que lo deje pasar a uno”, relata.

Además de las molestias por los excesos, señala que en estas temporadas también se percibe un aumento en la inseguridad, ya que a pesar de la vigilancia policial ocurren robos en las calles cercanas al bulevar costero. “Es más bien la basura que dejan, porque hay carros alegóricos que tienen no sé que cosa, la mayoría de la gente dice que Veracruz es sucio, pero no, es la gente que viene la que ensucia, que dejan tirada su basura, luego hasta los pañales dejan tirados”.

Rafael es otro de los vecinos de la avenida Hernández Hernández y al mencionar la fiesta del Carnaval de Veracruz se lamenta porque después de dos años de descansar, dice que para este 2022 regresará la fiesta y con ello las molestias a los vecinos. Al igual que otras personas que tienen su domicilio en la zona, dice que del 1 al 5 de julio se irá de la ciudad a pasar los días en otro lado, lejos del bullicio que genera la fiesta y las molestias que causan frente a su casa.

Coincide con los entrevistados, afirma que la autoridad no es suficiente para detener la falta de respeto de muchos asistentes a la propiedad, privada, desde que se estacionan frente a las cocheras hasta aquellos que hacen sus necesidades frente a su casa.

El quedarse para el Carnaval de Veracruz, asegura, será tener que limpiar con agua su banqueta hasta tres veces al día y soportar la música a alto volumen, además de la inseguridad que genera y el riesgo por pleitos entre los asistentes.

“Siempre quieren bloquear el portón, la gente deja su carro y se va, no hay respeto, dejan basura, mucha basura, vandalizan, una vez quitaron el letrero de no estacionarse y se fueron…. No es agradable el carnaval, porque donde quiera se orinan, hay cantidad de puestos y baños públicos, el ruido, el olor, todo lo que se origina”.

Incluso es de mencionar que las fiestas del Carnaval no solo representan una afectación para los residentes de la zona también para comercios, hoteles y bancos pues se ven obligados a poner mallas o tablas para resguardar sus fachadas, para evitar que los roben, vandalicen o los usen de basurero o baño público o gente extraña y/o alcoholizado trate de introducirse a las propiedades.

Y aunque se habla que las fiestas son generadoras de derrama económica, para algunos comerciantes no es así en particular los que se encuentran en cuadras posteriores a la zona de paseos, pues también hay quienes optan por cerrar sus locales durante los días de los desfiles, por la inseguridad, los desmanes y el ambulantaje excesivo que se genera, lo cual impacta en sus economías.

Veracruz, Ver.- Lo que para algunos veracruzanos y turistas es una de las mejores noticias después de dos años de pandemia, para otros jarochos el anuncio de la reanudación del Carnaval de Veracruz trajo de nuevo preocupación y malestar, debido a las molestias y afectaciones que deja consigo la celebración de eventos masivos frente a sus hogares.
Vecinos de colonias cercanas como Faros y Zaragoza afirman que esperan las fechas pero no para disfrutar de las fiestas que se realizarán del 1 al 5 de julio, sino para irse de la ciudad y alejarse del bullicio excesivo, los malos olores y exceso de basura, incluso del aumento de la inseguridad.


Es el caso de la señora Rosa Rizo, quien vive sobre la avenida Hernández Hernández, entre Paso y Troncoso e Iturbide, quien desde hace 20 años recuerda que ha sufrido por el desfile de carros alegóricos y los extraños que se acercan frente a su casa para disfrutar la fiesta.

En este tiempo, señala que ha tenido que ver batallas campales de los asistentes, además de padecer por el exceso de basura que dejan los participantes, quienes en ocasiones hasta usan como baño público la banqueta frente a su casa. Recuerda la fecha también como una pelea constante con elementos de Tránsito y Vialidad, que instalan un operativo para cerrar las vialidades y evitan el paso hasta para quienes viven en la zona, como es su caso.


Ramón González, uno de los vecinos afectados por el Carnaval de Veracruz | Foto: Raúl Solís |

“Es un infierno, se sientan por aquí y peor allá, se hacen popó, se hacen pipí, es un baño público, es horrendo… es espantoso el carnaval, es horrendo, yo voy a huir en esos días, aquí estoy ahorita porque está mi nieto en la escuela, pero esos días me voy a ir”, menciona.

Ramón González Ortiz, quien vive en la Colonia Zaragoza desde hace 50 años, afirma que la llegada del Carnaval actualmente no es grata para su familia y muchos de sus vecinos, quienes deben padecer los excesos que deja a su paso la fiesta.

Entre otras cosas, afirma que existe vandalismo a las casas y autos. Aquellos que pueden se van de la ciudad para evitar las afectaciones, mientras que otros deben de mantenerse encerrados y salir a vigilar para evitar que les hagan daños a su propiedad cuando la gente se retira. “Te rayan las paredes, te rayan los carros, te tocan el timbre, cuando termina el paseo uno tiene que salir a la calle para vigilar que la gente no les haga nada. Para mí eso ya no ni Carnaval ni fiesta, es como un modo de darle rienda suelta a los excesos”.

Ramón Gómez afirma que hace años el Carnaval de Veracruz se disfrutaba en familia, llegaban menos personas y la mayoría eran conocidos, pero al pasarse a la zona del bulevar la gente cada vez era más y las afectaciones a los residentes se volvieron más fuertes.

“No es que critique, pero si me ha costado trabajo que mis hijos sean profesionistas y mis nietos ahora son menores de edad, para que los voy a llevar a ver excesos y barbaridades, no es que se espante uno pero no los voy a exponer a una situación así, arriesgando”.

Roberto Vázquez, quien trabaja y vive en un edificio de departamentos en la calle Paso y Troncoso, en el fraccionamiento Faros, menciona que en las fechas del Carnaval es común ver a sus vecinos huir de la zona y colocar maderas para cubrir sus propiedades.

En su caso, menciona que por ser encargado del edificio donde vive le es imposible dejar la ciudad, como muchos inquilinos, pero concuerda con ellos en que los paseos de carros alegóricos dejan afectaciones y malestar.

La mayoría de los que viven en esta zona se van de la ciudad, aunque yo he visto que es muy tranquilo porque siempre hay mucha seguridad, en esta zona siempre hay policías, lo que sí es que sufrimos con el tráfico porque nos cierran las calles, hay que tramitar un permiso y solicitar un tarjetón, aún así luego hay que darle su mochada al tránsito para que lo deje pasar a uno”, relata.

Además de las molestias por los excesos, señala que en estas temporadas también se percibe un aumento en la inseguridad, ya que a pesar de la vigilancia policial ocurren robos en las calles cercanas al bulevar costero. “Es más bien la basura que dejan, porque hay carros alegóricos que tienen no sé que cosa, la mayoría de la gente dice que Veracruz es sucio, pero no, es la gente que viene la que ensucia, que dejan tirada su basura, luego hasta los pañales dejan tirados”.

Rafael es otro de los vecinos de la avenida Hernández Hernández y al mencionar la fiesta del Carnaval de Veracruz se lamenta porque después de dos años de descansar, dice que para este 2022 regresará la fiesta y con ello las molestias a los vecinos. Al igual que otras personas que tienen su domicilio en la zona, dice que del 1 al 5 de julio se irá de la ciudad a pasar los días en otro lado, lejos del bullicio que genera la fiesta y las molestias que causan frente a su casa.

Coincide con los entrevistados, afirma que la autoridad no es suficiente para detener la falta de respeto de muchos asistentes a la propiedad, privada, desde que se estacionan frente a las cocheras hasta aquellos que hacen sus necesidades frente a su casa.

El quedarse para el Carnaval de Veracruz, asegura, será tener que limpiar con agua su banqueta hasta tres veces al día y soportar la música a alto volumen, además de la inseguridad que genera y el riesgo por pleitos entre los asistentes.

“Siempre quieren bloquear el portón, la gente deja su carro y se va, no hay respeto, dejan basura, mucha basura, vandalizan, una vez quitaron el letrero de no estacionarse y se fueron…. No es agradable el carnaval, porque donde quiera se orinan, hay cantidad de puestos y baños públicos, el ruido, el olor, todo lo que se origina”.

Incluso es de mencionar que las fiestas del Carnaval no solo representan una afectación para los residentes de la zona también para comercios, hoteles y bancos pues se ven obligados a poner mallas o tablas para resguardar sus fachadas, para evitar que los roben, vandalicen o los usen de basurero o baño público o gente extraña y/o alcoholizado trate de introducirse a las propiedades.

Y aunque se habla que las fiestas son generadoras de derrama económica, para algunos comerciantes no es así en particular los que se encuentran en cuadras posteriores a la zona de paseos, pues también hay quienes optan por cerrar sus locales durante los días de los desfiles, por la inseguridad, los desmanes y el ambulantaje excesivo que se genera, lo cual impacta en sus economías.

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