Córdoba, Ver.- La edad y padecer diabetes no es impedimento para tener fuerza de voluntad y ganas de vivir, así es como la señora Guillermina Cruz, maestra jubilada de 75 años es un ejemplo de constancia y disciplina al momento de seguir el tratamiento y la buena alimentación, tras 30 años de padecer esta enfermedad.
Por la mañana acudió a la Unidad Medico Familiar No. 61 para darle el seguimiento a su tratamiento de la diabetes, es entonces que doña Guillermina fue recibida con globos y conferencias en torno al tema del Día Mundial de la Diabetes, algo que para ella fue agradable al tener más de 3 décadas padeciendo esta enfermedad.
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“Mas que nada me controlo en la comida, para mi no ha sido difícil, aunque yo trabajaba en la escuela, no fue problema al momento de comer, siempre he sido muy precavida y he intentado comer de todo pero en poquito, no atascarme”, afirmó la maestra.
Los hijos, los alumnos de primaria y los problemas cotidianos algunas veces le ocasionaban ciertos corajes los cuales eran los que le afectaban en su control de la diabetes, ya que para ella, el asunto emocional ha sido realmente lo que le ha ocasionado algunos altibajos en la glucosa.
Fue hace 3 meses que su esposo falleció y esto le afectó emocionalmente, la depresión fue una situación que le subió el azúcar y la diabetes se le descontroló, pero fue gracias a la buena alimentación que ha llevado a lo largo de su vida lo que le ayudó a que no tuviera una repercusión mayor en su salud.
“Al principio si era puro llorar pero por eso es que mi hijo me dijo que viniera al médico y estuviera más en control con mis citas y medicamentos, por eso de 3 meses para acá es que ya vengo seguido para estar mejor, con mis 4 hijos y 12 nietos quiero seguir adelante y con ellos, por eso le echo ganas”, afirma doña Guille.
¿Cuáles son sus recomendaciones?
Recomienda que para que los que padecen esta enfermedad, no tengan que llegar a un hospital, deben mantener una dieta saludable ya que los corajes están siempre “a la orden del día”, por ello para no recaer se debe tener en cuenta lo que se lleva a la boca cada día.
“La mejor manera de controlarse es comiendo poquito porque el medicamento ayuda pero no tanto, yo me tomo el Enalapril de 10 mg pero aun así me cuido en la comida”, comenta mientras participa en la degustación que el departamento de Nutrición de la clínica hizo, presentando platillos hechos especialmente para diabéticos.
(Publicada originalmente en El Sol de Córdoba)