El estado de Veracruz se enfrenta a importantes retos en competitividad y preparación para aprovechar las oportunidades del fenómeno de nearshoring, según un estudio reciente del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) y la Fundación Friedrich Naumann (FNF).
¿Qué desafíos hay en Veracruz para impulsar el nearshoring?
Estos desafíos incluyen un bajo dominio del inglés en la fuerza laboral, baja producción de viviendas y servicios básicos, así como una marcada insuficiencia en infraestructura hidráulica.
Uno de los principales obstáculos que enfrenta Veracruz es la falta de dominio del inglés entre su población activa, una habilidad clave que podría hacer más atractiva la región para las empresas transnacionales.
Mientras estados como Jalisco, Nuevo León y Michoacán muestran altos niveles de competencia en inglés, Veracruz se encuentra rezagado, lo que limita su capacidad para atraer inversiones extranjeras y participar plenamente en la tendencia del nearshoring.
La producción de vivienda en Veracruz también es preocupante, con solo 0.5 viviendas construidas por cada 10 mil habitantes en 2023, muy por debajo del promedio nacional de 1.1.
Este déficit se traduce en un acceso limitado a servicios básicos y una menor conectividad de los trabajadores con sus lugares de empleo, factores que afectan negativamente la competitividad del estado.
En cuanto a infraestructura hidráulica, Veracruz lidera, desafortunadamente, la lista de estados con insuficiencia en plantas de tratamiento de aguas residuales industriales.
Con solo 0.3 plantas por cada unidad de agua concesionada para uso industrial, el estado muestra una capacidad limitada para reutilizar recursos hídricos y garantizar un suministro sostenible.
Esta deficiencia coloca a Veracruz en una situación desventajosa en comparación con entidades como Campeche y Baja California Sur, que presentan un mejor desempeño en este rubro.
A nivel nacional, Nuevo León, Aguascalientes y Coahuila destacan por su preparación para capitalizar las oportunidades del nearshoring, superando a Veracruz y otros estados en la mayoría de los 21 indicadores evaluados por el IMCO.
En contraste, Oaxaca, Estado de México y Zacatecas enfrentan condiciones estructurales que dificultan la atracción de inversiones y el crecimiento económico ligado a este fenómeno.