El consumo de alimentos que se venden en la vía pública puede generar enfermedades gastrointestinales a causa de bacterias, virus o parásitos, principalmente durante la temporada de calor.
De acuerdo con el médico epidemiólogo José Pablo Hernández Díaz, los alimentos aptos para consumo son los que se encuentran frescos y bien refrigerados, algo que difícilmente se puede garantizar en los puestos callejeros.
Te puede interesar: Blindan hospitales contra meningitis; ¿llegó a Veracruz la enfermedad?
¿Qué provoca que alimentos callejeros hagan daño?
A causa de las altas temperaturas, el proceso de descomposición de los alimentos suele ser más rápido y en caso de ser consumidos pueden causar desde malestares estomacales, hasta vómitos y diarreas causadas por bacterias, virus y parásitos.
Incluso, se corre el riesgo de contraer Salmonella, que se caracteriza por diarrea con sangre, fiebre y cólicos estomacales; E. Coli, que además de síntomas parecidos a los de la Salmonella puede causar cólicos estomacales fuertes, vómito y fiebre, sin omitir la posibilidad de contraer amebas o amibas, que se caracterizan por provocar fiebre, sudoración, escalofríos, debilidad, náuseas, vómitos, pérdida de peso y dolor o molestia en la parte superior derecha del abdomen, sobre el hígado.
En algunos casos, suele haber complicaciones de gravedad, por lo que ante cualquier síntoma es importante acudir de inmediato en busca de atención médica.
El especialista recomienda no automedicarse en caso de tener síntomas de enfermedades gastrointestinales para evitar que el virus o la bacteria causante desarrollen alguna resistencia al tratamiento.
Lee más: ¿Reconoces los síntomas de la tifoidea? Veracruz es segundo lugar en casos
Además, lo recomendable también es llevar al trabajo o escuela lonche preparado en casa para estar seguros de que ha sido preparado con alimentos en bien estado.
Incluso, los alimentos que se preparan en la calle podrían ser de uno o dos días anteriores, sin omitir que cuando están a la venta se exhiben al aire libre, lo que aumenta la posibilidad de que se encuentren en condiciones no aptas para su consumo.