Asesinato de Luz Raquel destapa intolerancia hacia personas con autismo; cuidadoras declaran

Cuidadoras sufren discriminación porque personas desconocen cómo son los síntomas en personas con autismo, señalan

Ingrid Ruiz | Diario de Xalapa

  · miércoles 27 de julio de 2022

El asesinato de Luz Raquel mostró la intolerancia de las personas para las cuidadoras de hijos e hijas con autismo | Foto: Fernando Carranza | Cuartoscuro

Veracruz, Ver.- El caso del feminicidio de Luz Raquel Padilla es apenas una ventana para poner en evidencia la falta de empatía, desinformación y nula tolerancia que tiene la sociedad hacía las personas con autismo, consideran cuidadoras.

Diariamente madres de menores y adolescentes con esta condición se enfrentan a todo tipo de miradas, críticas y son juzgados por parte de personas que desconocen o a quienes les falta empatía para comprender ese trastorno psicológico, afirman.

Argentina Jemse Montes, madre de un adolescente con autismo vivió en carne propia el acoso por parte de vecinos quienes llegaron a denunciar ante el DIF por el comportamiento de su hijo debido a los sonidos que emitía producto de su condición.

En entrevista para Diario de Xalapa relata que hace unos diez años atrás tuvo una situación similar a la de Luz Raquel, pues un vecino presentó una queja ante el DIF municipal e incluso entregó videos del menor mientras jugaba en el pasillo de servicio del condominio. “Hace un tiempo decidí dejar de llevar a mi hijo al centro comunitario donde había una alberca porque precisamente una señora se quejó por los ruidos que hacía; a él le gustaba el agua y con una manguera se entretenía en el pasillo de servidumbre aquí en la casa, le gustaba jugar, ir y venir, pasa el tiempo y me llegó una notificación del DIF donde me tenía que presentar con mi hijo, no venía el nombre sino solo el menor denominado, como yo lo llamo de cariño; asumí que eran personas que me rodean y que escuchan como lo llamo, esto venía de un vecino”, explica.

Detalla que una vez que se presentó en el DIF el personal no tenía ninguna capacitación sobre autismo y tanto ella como su pequeño fueron expuestos a valoraciones psicológicas y revisiones para descartar presunto maltrato.

“Cuando la encargada habló conmigo me dijo que se trataba de una llamada anónima y quiso desestimarla pero le mandaron un video y eso me molestó mucho, porque para haberlo grabado se tuvieron que haber subido al techo de la casa, siendo menor de edad y en ropa interior; me argumentó que el menos corría riesgo que se podía caer, cuando el piso es especial precisamente lo mande a cambiar por su seguridad, me dijo que la manguera apuntaba hacía un foco que podía ser peligroso, que no estaba con él yo le di todas las explicaciones; quise quejarme, toqué varias puertas pero en todos lados me dijeron no así que decidí dejarlo pasar”, argumenta.

Sin embargo, semanas después de ese incidente un vecino tocó a su puerta para pedir que su hijo dejara de jugar con agua porque estaba humedeciendo su pared.

“El vecino vino, de una manera muy amable a pedirme que mi hijo dejara de jugar con agua, yo trate de entender, aunque las paredes eran independientes, pero cambie un hábito de mi hijo, aunque sabía que él ya había ido a quejarse con el administrador del fraccionamiento de que los ruidos de mi hijo le molestaban”, expresa.

Montserrat Castillo Sánchez, presidenta de la Asociación VerAutismo A.C. opina que en la actualidad ya hay más información sobre el autismo, pero lo que falta es educación entre la sociedad. Menciona que en su casa cuando sale con su hijo, un joven de 19 años con autismo la gente a su alrededor no deja de verlo, de estar pendiente de lo que hace, haciendo más complicada la estancia.

“En una ocasión en un centro comercial los marinos me lo llegaron a rodear porque lo veían diferente, entonces lo que falta es educación y con la poca empatía de la gente es como pasan esas cosas, lo siento más seguro y tranquilo en casa porque se altera mucho con los sonidos; él no tiene lenguaje y le cuesta mucho trabajo en la calle, en la calle te ven raro, la gente te señala, a veces te ve feo o a veces se ve con lástima”, señala.

No obstante, la también integrante del Instituto Leo Kanner manifiesta que en la actualidad según estudios a nivel mundial uno de cada 60 niños nace con autismo por lo que la sociedad debe tomar conciencia sobre esta condición.

Cabe hacer mención que Luz Raquel Padilla madre de un menor con autismo fue amenazada y finalmente asesinada en Zapopan Jalisco, por los vecinos quienes se quejaron por la conducta de su hijo.

Falta legislación para cuidar a hombres y mujeres cuidadoras

Luego del feminicidio de Luz Raquel Padilla Gutiérrez, quien fue quemada con alcohol en Zapopan, Jalisco, la integrante de la Red de Cuidadoras de Veracruz, Rosalía Hernández, consideró como lamentable que no exista una legislación que proteja a los hombres y mujeres cuidadoras.

Integrantes de la Red de Cuidadoras Veracruz | Foto: David Bello | Diario de Xalapa


Desde la plaza Sebastián Lerdo, donde se colocó una manta para exigir justicia por el feminicidio de Luz, quien era cuidadora de su menor hijo con autismo, indicó que históricamente las cuidadoras han sido invisibles para la sociedad, de ahí que no exista una ley que las proteja. Refirió que existen tres tipos de cuidadoras: las que cuidan a personas con discapacidad y neurodiversidad, las que cuidan a las primeras infancias de los 0 a los 5 años y las que cuidan a adultos mayores.

“Los cuidadores y cuidadoras son personas que ayudan a otras a realizar sus actividades diarias, las cuales no pueden realizar por sí mismas. No sabemos cuántas cuidadoras somos porque ni siquiera se nos nombra, muchas académicas y feministas han tratado el tema, pero no ha tenido el alcance que requiere, jurídicamente; ni siquiera estamos visibilizadas”, dijo.

Pese a ello, refirió que de acuerdo con el Inegi el 19 por ciento de la población de Veracruz tiene alguna discapacidad, neurodiversidad o requieren apoyo para sus movimientos. Manifestó que, además, en datos también del Inegi, las mujeres dedican el 28 por ciento de su tiempo al cuidado de otros, y los hombres únicamente el 12 por ciento.

“Esto es decir que los hombres están empleando más tiempo en trabajo remunerado y las mujeres en trabajo no remunerado, es ¿justo?, no, ¿es equitativo?, tampoco, es ¿importante hacer algo?, por supuesto, urge, porque las mujeres cuidadoras nos estamos enfermando, estamos siendo agredidas y ahora estamos siendo víctimas de feminicidio”, expuso.

Refirió que Luz había denunciado el acoso que tenía de parte de sus vecinos; sin embargo, no hubo la protección necesaria de parte de las autoridades, lo que es ejemplo de la falta de atención hacia este sector de la población.

Al respecto, manifestó que en las leyes se ha incluido la maternidad, pero no se incluye a las cuidadoras, por lo que permanecen sin recibir la atención que merecen. Destacó que en Senado de la República se encuentra detenida una reforma a las leyes con la que se busca que las cuidadoras sean vistas y, además, protegidas.

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“Queremos decirles a las otras cuidadoras que estamos aquí y que debemos ir todas juntas (ante los legisladores locales) porque una voz a veces no se escucha, pero dos o tres sí se escuchan, de manera aspiracional queremos tener representación como la asociación Yo Cuido y otras a nivel nacional que están supliendo las ausencias del estado mexicano, pero, además, proponen reformas, tienen redes de apoyo emocional y jurídico, eso necesitamos replicar porque en Veracruz se necesita”, comentó.

Finalmente, manifestó que la Red de Cuidadoras de Veracruz se creó a partir del feminicidio de Luz con la finalidad de lograr atención de parte de las autoridades y hacer visible el trabajo realizado desde la maternidad.

(Con información de Itzel Molina)