Datos oficiales indican que en 2023, los mayores desafíos para atender a niñas, niños y adolescentes de Veracruz son brindar educación sexual, abatir tasas de desnutrición y sobrepeso, así como generar y fortalecer la salud psicosocial.
Hasta el momento, junto con Estado de México y Chiapas, la entidad se mantiene entre los tres primeros lugares de embarazos de niñas de entre 10 y 14 años. Además, de acuerdo con la Comisión Estatal Contra las Adicciones, hay un incremento de consumo de marihuana, alcohol y tabaco, en población de 12 a 17 años.
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Veracruz sobresale también por registrar en el primer cuatrimestre de 2023 dos asesinatos cometidos por un niño de 10 años y un adolescente de 13, en situaciones donde media la frustración. Igual que sucede en todo el país, otro pendiente es incrementar el esquema de vacunación completo.
La Secretaría de Salud y organismos internacionales advierten que se vive el mayor descenso mundial en vacunación infantil de los últimos diez años. Hasta el 2020, último censo poblacional del INEGI, estaban registrados en el estado dos millones cien mil 588 personas de cero a 15 años, que representan el 26 por ciento de la población total.
Mejorar la calidad en el servicio médico es otra de las necesidades; solo por mencionar un dato, el coordinador del área de oncología infantil en la Torre Pediátrica, Sergio Miguel Gómez, recuerda que Veracruz ocupa el segundo lugar con más casos de cáncer infantil a nivel nacional, la mayoría concentrados en la zona sur y con picos entre la población de cuatro-seis años y en jóvenes de 17 por tumores en etapa terminal y linfomas.
En el caso específico de Xalapa, el Movimiento de Apoyo a Niños Trabajadores y de la Calle (Matraca AC) expone que a raíz de la pandemia aumentó en un 20 por ciento el número de personas de entre los cinco y 18 años que han tenido que trabajar.
En educación, el informe del Instituto Nacional de Estadística y Geografía "Esperanza de escolaridad por entidad federativa 2015-2022" que expone que en el tema de permanencia escolar pasó de 13.5 años de escolaridad en 2015 a 12 años en 2022, una reducción de 1.5 años de escolaridad total.
Programas colaborativos para prevenir abuso sexual infantil, abatir el rezago educativo y atender la salud mental deben ser prioridades por el impacto que tienen las personas afectadas y por las consecuencias en la etapa adulta, señalaron los psiquiatras Carmen Torres Mata y Daniel Díaz en conferencia virtual coordinada por la Comisión Nacional Contra las Adicciones.
Crianza amorosa
En el marco del Día del Niño y de la Niña, que se celebra hoy, los especialistas en salud mental infantil exhortan a familiares y tutores a distinguir qué actividades realizadas por los hijos sí les permiten un desarrollo como entes sociales. Enfatizan que el juego es la herramienta ideal para aprender.
"El juego da reglas, límites y tolerancia a la frustración, además de habilidades motoras. Hay juegos que se han perdido y que se pueden rescatar con el fin de propiciar también la convivencia", expresaron.
Detallaron que es en preescolar cuando se desarrollan destrezas y habilidades de tolerar al otro, de aprender a perder, con lo que se les prepara para la vida adulta.
El desarrollo emocional y tolerancia a la frustración se van construyendo en etapas tempranas y se van desarrollando a lo largo de la vida, reiteraron.
"Es muy tentador hacer con los hijos o hijas lo que hicieron con nosotros, pero hay cosas que se deben 'partir' en las dinámicas familiares. La crianza adecuada fomenta disciplina y valores, sin necesidad de recurrir a la violencia o castigos físicos o emocionales, como dejarles de hablar, encerrarlos, usar la chancla… Está demostrado que a largo plazo, esto deja secuelas emocionales", apuntó el médico Daniel Díaz.
La psiquiatra Carmen Torres aclara que la intervención amorosa no significa conseción o darlo todo, pues aunque no hay instructivo, hay información que se puede consultar.
"Entre padres puede haber choques sobre cómo educar pero no se trata de ver quién gana sino de establecer una nueva forma de crianza amorosa, con reglas, límites, obligaciones y compromiso de padres e hijos sin tener que llegar a recursos violentos que ya no deben existir", indicó.
La médica puntualizó que querer ser el mejor amigo de los hijos, sin límites, sin reglas y donde se permite todo, no es saludable.
Finalmente, reiteraron que el juego es un derecho, no es algo secundario sino la manera como el ser humano se va construyendo en su identidad y personalidad, así como en sus relaciones sociales.