ACULTZINGO, Ver., 23 de agosto.- “Este lugar no sirve para vivir” aseveró entre sollozos, Gabriela Martínez Gámez, ama de casa y madre de dos niños de cuatro y siete años, quienes lograron salir de su casa antes de que esta fuera sepultada por piedras y lodo que arrastró la barrancada que se registró durante la noche del jueves. Pide a las autoridades considerar la reubicación como una opción para dar seguridad a las familias que ahí habitan.
En entrevista, en un breve descanso que tomó, pues desde temprano con el apoyo de su familia y de la de su esposo llegaron para tratar de rescatar lo que no dañó la fuerte avenida de agua, relató que todo transcurría con normalidad hasta que comenzó a llover con fuerza.
“Empezó a llover muy fuerte, como si estuviera granizando; después se escuchó cómo empezaba a bajar el agua y las piedras. En el momento que estaba saliendo el agua agarré a mis hijos y me fui”, señaló. Su vivienda, como otras, fue pérdida total. “Me quedé sin nada”, lamentó.
PERDIÓ PATRIMONIO
La casa, recordó la señora Gabriela, la construyeron con mucho esfuerzo durante cinco años y en ella habitaban actualmente, ella y sus dos pequeños hijos, ya que su esposo trabaja fuera del municipio. “Nunca pensé que fuera a pasar algo así, se perdió todo, no se puede sacar con pala nada porque son piedras muy grandes; mi refrigerador y mi estufa están hechos cachos por las piedras”, apuntó.
Recordó que, en junio pasado, cuando se registró la primera barrancada, que arrastró mucho lodo, este casi alcanzó la ventana y aunque sí tuvieron afectaciones, no fueron tan fuertes como las de ahora, que lo cubrió todo.
Poco después de la barrancada, dijo, llegaron elementos de la Sedena, la Fuerza Civil y Policía Estatal, mientras que por la mañana pasaron censando a las familias y preguntándoles cómo estaban. “Vinieron los de Fuerza Civil, nos ayudaron a hacer un hoyo para sacar el lodo y todo lo que más se pueda”.
Aunque la colonia es un asentamiento regular, pues cuentan con la documentación que lo avala, la ama de casa dijo que ya no es un lugar seguro para vivir y consideró que lo más conveniente sería que los reubicaran.
“Yo le pediría a las autoridades que nos ayuden, que no se olviden de nosotros, sí necesitamos ayuda, nos quedamos sin nada, no pudimos rescatar nada”, y añadió que aunque sean pocas las familias damnificadas y no son suficientes para emitir la declaratoria de emergencia, son seres humanos que requieren ayuda en este momento.
“Es una colonia chica, pero no por eso perdemos el derecho a que nos ayuden. Pedimos una reubicación porque este lugar ya no sirve para vivir, porque apenas están empezando la temporada de lluvias. Es la primera lluvia que cae fuerte y ya pasó esto”, concluyó.