El diputado local del PRI, Marlon Ramírez Marín aseguró que Araly "N" no pudo haber actuado sola, sino que tiene cómplices al interior del gobierno de la Cuarta Transformación.
El legislador fue quien en las pasadas comparecencias cuestionó a los titulares de los organismos autónomos sobre la persona física identificada como Araly, quien recibió 100 millones de pesos en contratos.
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Al respecto, consideró que es imposible que un proveedor, que apenas fue dado de alta en el 2022, logre ganar decenas de contratos sin ayuda externa o interna.
“Lo primero que ella tendría que decir es a quién le está prestando el nombre y quién es el beneficiario final de esa entrega de contratos, porque lo que sí queda claro es que debe ser alguien que tiene vínculos de un nivel importante en el Gobierno como para poder impactar en diversas áreas de la administración pública, si tú me dijeras que tiene acaparados los contratos en una dependencia, pero en este caso se trata de varias”, expresó.
¿Qué dijo Cuitláhuac García Jiménez sobre el caso de Araly?
El pasado lunes el gobernador Cuitláhuac García Jiménez reconoció que ya conoce del caso Araly y mencionó que es una empleada en la Secretaría de Educación de Veracruz que sirve como “prestanombres” de empresas que recibieron contratos en gobiernos anteriores.
Sin embargo, para el legislador esta respuesta no satisface a la opinión pública pues existe un claro hecho de corrupción que debe sancionarse.
En ese sentido, el congresista explicó que en primer lugar es lamentable que el mandatario se entere de estos hechos por los medios de comunicación, pero, hasta ahora, la Contraloría General del Estado (CGE) no ha emitido postura alguna.
“Yo celebro que el Gobernador lo haya reconocido, pero lo esencial es saber la acción que va a tomar esta administración, porque no es solo el caso de Araly, porque hay otros casos donde se puede presumir manejos que no están apegadas a la norma y echan abajo la bandera del combate a la corrupción”, manifestó.
En ese sentido, comentó que a los órganos internos de control de las dependencias, a los Secretarios de despacho y a la propia Contraloría General del Estado, no se les “pudo pasar de humo que una empleada de la SEV, quien además es proveedora del Gobierno, milagrosamente esté ganando licitaciones y obteniendo millonarios contratos”.