Xalapa, Ver.-La Arquidiócesis de Xalapa señala que en las ciudades y pueblos veracruzanos, en sus parques, y en sus calles, donde parecen reinar el desaliento y la indiferencia hacia los demás, así como el mal de la inseguridad; hay un deseo escondido de eternidad, "una esperanza germinal y un anhelo vivo de justica y legalidad".
El vocero Juan Beristain de Los Santos declara que la Palabra de Dios tiene una voz, un rostro, una casa, pero también tiene sus propios caminos para llegar al hombre en todas sus circunstancias, para confirmarle y recordarle su vocación divina.
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"Al respecto, el gran profeta Isaías afirma que de: 'Sión saldrá la Ley y de Jerusalén la palabra del Señor' (Is 2,3).
La Palabra de Dios 'sale' de su casa, con su voz y su rostro, y se dirige a los caminos del mundo para encontrar la gran peregrinación que las naciones del mundo han emprendido en la búsqueda de la verdad, de la justicia y de la paz.
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Esta búsqueda, en el estado veracruzano, subraya, se hace cada vez más necesaria debido a toda la pobreza, desigualdad y falta de empleos que hasta el día de hoy demandan los veracruzanos.
"La Palabra de Dios sale primero al encuentro del hombre y éste debe responder al don divino con la apertura y aceptación de su vocación transcendente".
Agrega que la persona en su apertura a Dios encuentra el verdadero sentido de su caminar en la historia junto con sus otros hermanos y descubre la meta última de este camino.
"Con la anulación y negación de la vocación transcendente del interior de la persona, no podrá haber un verdadero progreso social y económico en nuestra sociedad".
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Por ello remarca que existen, a pesar de todo, en las ciudades y pueblos veracruzanos, en sus parques, y en sus calles, donde parecen reinar el desaliento y la indiferencia hacia los demás, donde el mal de la inseguridad parece vencer siempre al bien, un deseo escondido de eternidad, una esperanza germinal y un anhelo vivo de justica y legalidad, que son la base para todo el auténtico desarrollo de la persona y de la sociedad.
"Reavivemos y reafirmemos nuestra vocación a la vida divina mediante un compromiso responsable que se vea en una mejora social y económica en favor de todos y para todos", abunda.