Veracruz, Ver.- Luego de que en pasados días la Fiscalía General del Estado (FGE) diera a conocer a la presunta responsable del asesinato de su familia en Boca del Rio, el obispo de Veracruz, Carlos Briseño Arch, exhortó a no juzgar pues hizo ver que todos somos capaces de lo mejor o lo peor, de ahí que destaca la importancia de vivir en comunión con Dios para tener claro nuestras acciones.

“El ser humano es capaz de lo peor y de los mejor, entonces no podemos juzgar ni decir si hay personas capaces simplemente todos somos capaces de lo mejor y peor, tenemos la libertad y precisamente la vida de Dios, estar en gracia con Dios de alguna manera nos defiende y nos purifica para que nosotros no saquemos lo malo que hay en nosotros”, dice el prelado.

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Briseño Arch señaló en ese sentido que al tener presente a Dios en nuestras vidas siembra y fomenta lo mejor que hay del ser humano.

Vocación sacerdotal

Por otro lado y cuestionado sobre la vocación sacerdotal, el ministro de la iglesia católica, reconoció que aunque no se han incrementado al menos se mantienen dentro los parámetros.

“Claro que quisiéramos que aumentara pero las vocaciones han seguido. Siempre van a faltar porque las misas son muchos y los trabajadores son pocos, pero al final de cuentas dentro de los parámetros que tenemos pues los vamos trabajando”, comenta.

Briseño Arch, admitió que actualmente son muchos retos que deben enfrentar los jóvenes para sentir el llamado sacerdotal; y es que en un mundo paganizado y con tantos antivalores generan distractores entre las personas que pretenden dedicarse a la vida religiosa.

Manifestó que, aunque se cuenta con número significativo de religiosos, estos no son suficientes para cubrir los trabajos que la iglesia católica planea realizar.

“Idóneo sería todos los que se pudieran, no puedo dar un número, porque ahorita hay 130 sacerdotes diocesanos y 20 religiosos, alcanza a cubrir todas las necesidades, pero no se alcanza a cubrir todo lo que quisiéramos cubrir, hay mucha necesidad de seguir predicando”.

Para este año, el Seminario Menor San José, que es centro educativo destinado a la formación de jóvenes y adolescentes candidatos al sacerdocio, solamente contempla a ocho jóvenes para el próximo ciclo de preparación, de igual manera, en el Seminario Mayor serán ocho los varones que comiencen su instrucción sacerdotal.

Lo cierto es que aun en ellos, también se necesita guiarlos previamente para que disciernan el llamado.

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“Al final es un trabajo como artesanal que hay que ir incursionando en la comunidades e ir trabajando con ellos, empieza a finales de agosto pero ellos entran al retiro y después entran en agosto y el ciclo como tal en septiembre”.