Este lunes el Ecologista Universal inició su viacrucis número 37 hacia la planta nucleoeléctrica de Laguna Verde para denunciar los peligros de la operación de esta planta y los proyectos de minería a cielo abierto. Con la cruz de madera de cada año, acompañado de otros ambientalistas, desde las escalinatas de la Catedral Metropolitana, refiere que ha habido oídos sordos por parte de las autoridades al daño ecológico que provocan las minas en la zona de Actopan y Alto Lucero.
“Hoy estamos denunciando la situación de las minas, las de Caballo Blanco, las de La Paila, en Actopan la del Cobre; desgraciadamente es una destrucción total en esa zona”.
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Explica que para muestra está la sequía de la laguna del Farallón y los manglares que "han sido depredados" debido a la extracción de agua para mineras y para actividades agrícolas.
“Han acabado con la fauna silvestre, los cuerpos de agua, con la fauna y por eso hoy realizamos este viacrucis y estamos con los compañeros".
Por su parte Pedro José Bravo Martínez afirma que se trata de proyectos que centralizan recursos y que benefician solo a grandes compañías. A decir del Ecologista Universal, en estos años ha habido oídos sordos por lo que pese a lo que la planta nuclear representa. “La planta nucleoeléctrica es una barril sin fondo, le siguen metiendo recursos millonarios y nosotros somos el traspatio y de alguna manera este Gobierno es servilista, que está a la orden de lo que le dicten de otros países, es realmente eso”, agrega.