El vocero de la Arquidiócesis de Xalapa, José Manuel Suazo Reyes lamentó el asesinato del presidente municipal de Rafael Delgado, Isauro Ambrosio Tecohua y llamó a las autoridades a cuidar el orden público, la integridad de las personas y mejorar las condiciones de vida de todos.
“Lamentamos lo que ha estado pasado, los asesinatos de estas personas que tenían un oficio público como fue el alcalde de Rafael Delgado, el tesorero del centro del estado, todo habla de la descomposición social que ciertamente lamentamos”.
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Por ello, invitó a las autoridades para que dediquen todo lo que sea posible, para cuidar la integridad de las personas, cuidar el orden público, seguir trabajando para que la sociedad sea mejor y mejoren las condiciones de vida para todos los ciudadanos.
Añadió que la iglesia católica termina el año con dos actitudes; la de gratitud y la esperanza que nace de la experiencia que se celebra en estos días, de que Dios se ha manifestado con su nacimiento.
“Por lo tanto, aunque haya momentos difíciles, momentos de dolor, de enfermedad, nos sentimos acompañados por la presencia de Dios y eso nos hace mirar el futuro con esperanza, considerando que sea lo que sea, aparezca lo que aparezca Dios estará cerca de nosotros y junto con él, tantas personas, familiares, amigos, gente de bien que sin duda quiere construir un mundo mejor, una sociedad mejor, y con esos hay que trabajar”.
¿Qué opina sobre la muerte del Papa emérito Benedicto XVI?
Sobre el fallecimiento del Papa emérito Benedicto XVI dijo que se trató de un gran teólogo que hizo mucho bien en la iglesia católica.
“Su pontificado fue breve, fueron pocos años los que estuvo al frente de la iglesia, pero sin duda un pontificado luminoso, no solamente por el tiempo que estuvo como pontífice sino también en otros oficios que él pudo hacer para la iglesia”.
Sostuvo que, aunque hay tristeza porque terminó sus días en este mundo, también hay alegría porque él ahora se encuentra con el padre celestial.
“Un pontífice que como él también lo señaló, se definía como simple trabajador en la Viña del Señor, a pesar de que tenía un reconocimiento internacional de propios y ajenos por su capacidad teológica por su pensamiento, pero por sus actitudes siempre humildes, sencillas, de un gran testimonio fue un ejemplo el hecho de que renunciara al pontificado reconociendo que sus fuerzas físicas ya no le ayudaban y que se necesitaba que llegara otro a continuar con el trabajo de la iglesia”.