Orizaba, Ver.- En la zona de las Altas Montañas hace falta un santuario para los animales que se rescatan del maltrato y del sacrificio, afirmó Jakelin Nim Romero, activista de Orizaba Animal Save.
En entrevista lamentó que muchos de los santuarios que hay en el país terminen siendo algo mucho peor o terminen beneficiando económicamente a las personas.
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Dijo que tener un santuario es un proyecto que les gustaría tener a futuro, pero necesitan activistas. No importa dónde, pero en el que trabajen todos juntos por el bienestar de los animales, resaltó.
“Estamos hablando de que si en el rastro de las gallinas se te cae una y la quieres regalar la aceptamos, la criamos y cuidamos los 15 o 20 años que viven, irá envejeciendo y será muestra de que sí se puede tener una gallina, una vaca, un toro y convivir con ellos, que no sufran maltrato, que no lo usen de atracción o peor aún, que los comamos”, resaltó.
¿Hay apoyo de las autoridades?
Insistió en que hace falta un santuario, pero desafortunadamente no se puede pedir el apoyo de las autoridades, porque tienen otras ideas y proyectos para sus ciudades, y entre ellas no está un santuario; por lo contrario, “entre sus planes podría estar construir un rastro, si no lo tienen, porque finalmente es economía; es triste, pero es la realidad”, dijo.
Hizo un llamado a quienes compran animales exóticos para que ya no lo hagan más, porque terminan viviendo en condiciones que no son las adecuadas para ellos pues están fuera de su hábitat.
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“Hay que fomentar cada vez más el respeto a los animales, porque estamos hablando de que no tenemos empatía”. Subrayó que tenerla no es solo decir que no se compra animales exóticos porque están fuera de su hábitat, porque dejan a esos animales con quien los vende.
Tener empatía, dijo Nim Romero, es involucrarse y trabajar porque los animales permanezcan en su entorno natural, en su hábitat y en procurar dar a los que viven en malas condiciones, un lugar adecuado, lejos del maltrato.
Nota publicada en El Sol de Orizaba