El costo o valor de las viviendas ha incrementado en los últimos años hasta en un 50 por ciento, esto ha hecho que las familias opten por comprar casas usadas y hacer uso de todo tipo de créditos.
El director de la empresa inmobiliaria “Ideal de Hogares Mexicanos”, José Alfredo Domingo Hernández, ejemplificó que una casa que hace 10 años costaba 500 mil pesos, ahora puede valer cerca de 900 mil pesos; sin embargo, consideró que estas compras se deben dejar de ver solo como la adquisición de un patrimonio sino considerarlas una inversión.
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¿Cómo afectó la inflación en precio de viviendas?
Y es que explicó el dueño de esa vivienda que compró en 500 mil pesos, ahora cuenta con un patrimonio que vale 400 mil pesos más.
“Efectivamente por el propio índice inflacionario se ve reflejado en el incremento de precios no solo de la canasta básica sino en los insumos y materiales de la construcción; obviamente eso tiene un impacto en el costo para hacer una casa y por lo tanto tiene un impacto en el precio”.
Sin embargo, dijo, el sector de la construcción, específicamente de la vivienda, logra superar siempre el índice inflacionario de tal manera que en todo momento representa un bien para invertir muy bueno porque no pierde su valor sino al contrario.
El empresario misanteco Freddy Domingo agregó que se debe cambiar el punto de vista respecto a adquirir una casa, y no verlo únicamente como el hecho de hacerse de un patrimonio sino como una inversión.
“Con esa perspectiva cobra otra dimensión el hecho de poder proteger el dinero y en ese momento poder adquirir una vivienda, significa una inversión. Me refiero a que otros productos se van depreciando como el caso de un automóvil, joyas u otras cosas que a veces la gente quiere invertir en algo para no tener el dinero en el banco que va perdiendo valor conforme va subiendo la inflación, adquirir una vivienda cobra esa dimensión de importancia para tener la posibilidad de la gente de poder invertir”.
Para esto, refirió, hay instrumentos en el mercado que resultan accesibles como el financiamiento que es una herramienta fundamental para la adquisición de una vivienda, pues en ocasiones no se tiene el dinero todo junto y reunirlo cuesta mucho para una persona.
“Sin embargo el crédito hipotecario sigue siendo el instrumento por excelencia para poder adquirirla. Una institución financiera, ya sea del estado o una institución bancaria te da un crédito hipotecario que puedes pagar a un plazo de 10, 15 o hasta 20 años y poder tener tu vivienda de inmediato; es decir, ya el sistema tradicional de comprar un terreno, ir haciendo los cimientos, levantar una recámara y así se lleva muchos años y eso lo dificulta”.
Al señalar que Misantla se ha convertido en un municipio idóneo para invertir y habitar, insistió en que el costo irá relacionado con el precio de los materiales de construcción, pero si se invierte en una vivienda, adquirirá un valor conforme van pasando los años que asegura una ganancia mayor del precio en el que se compró.
¿Cuánto ha disminuido la venta de viviendas?
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La gerente de ventas de AC Inmobiliaria, Claudia María Carrasco Rodríguez, afirmó que, ante la situación económica actual, la venta de viviendas ha disminuido en un 50 por ciento. “Antes nosotros desplazábamos entre las dos oficinas (Estado de México y Xalapa) 10 casas promedio mensuales y ahorita estamos al 50 por ciento de esas ventas”.
Expuso que esta situación se da pese a las facilidades que se brindan para obtener una vivienda y considerando que, durante los dos primeros trimestres del año, se tuvo un aumento en sus costos del 8 por ciento. Lo más común es que se puedan obtener a través de créditos Fovissste, Infonavit y en el caso del Estado de México con créditos del Ejército, refirió.
“Y la facilidad que dan estas tres dependencias de gobierno, es que el empleado cumpla con las semanas cotizadas, con el Fovissste, a partir de noviembre tuvo el beneficio de que ya no es por sorteo, teniendo ahora el tiempo que requiere el Fovissste, ya pueden acceder a su casa sin necesidad de sorteo y ese es un punto más para obtener vivienda”.
Las viviendas más demandadas son las de interés social que no rebasa los 800 mil pesos, expuso y es que refirió que con un salario mínimo el plazo (para poder acceder a un crédito para vivienda) es de 3 a 5 años, “si tenemos profesionistas o quienes tengan un ingreso de 5 salarios mínimos por día, promedio es un año”.
Expuso que la necesidad de vivienda en el país es muy grande, pero lamentablemente la situación económica y política ha tenido grandes afectaciones.
“Lamentablemente la pandemia obligó a muchas empresas a cambiar de nombre, a cerrar, modificar las condiciones que venían teniendo en el caso de Infonavit y que al momento de interrumpir una relación laboral por dos o tres meses, automáticamente tienen que iniciar otra vez todo el proceso y hay familias que demoran hasta 5 o 6 años. En el caso que, si los sueldos son bajos y les hacen un descuento del 30 por ciento a su nómina, no les alcanza y eso los lleva a no decidir por tener una vivienda digna”.
La ilusión de obtener una vivienda
Paola García tiene 35 años y ha laborado desde los 22; a la fecha, alcanza un crédito de Infonavit que no llega a los 600 mil pesos, pero obtener una vivienda con ese presupuesto le está siendo muy complicado.
Explica que su esposo no tiene esas prestaciones de ley en su trabajo por lo que no pueden “juntar sus créditos” como lo hacen otras familias.
Aunque ha visitado departamentos en algunos fraccionamientos y algunos de éstos se ajustan al dinero que podría obtener a través de un crédito, asegura que son muy pequeños y ha preferido buscar más opciones.
Las casas usadas son una alternativa, aunque las que están a su alcance están en lugares alejados del centro de la ciudad y en ocasiones, en malas condiciones. Si bien ha crecido la oferta inmobiliaria en Xalapa, el costo de las viviendas para ella es casi “inalcanzable” y como para ella, para muchas otras familias.
¿Por qué las familias prefieren comprar casas usadas?
La asesora inmobiliaria Mabel Torres Rivera afirmó que, debido al alto costo de las viviendas, hay familias que optan por comprar casas usadas y no nuevas.
“Infonavit soltó créditos, pero son muy bajos, están hablando que oscilan entre los 600 mil y 750 mil pesos y eso limita mucho a que la gente joven pueda adquirir una casa con ese presupuesto porque ahorita el tema de la construcción, la varilla, el cemento, todo lo que tenga que ver con el sector de aceros, incrementó muchísimo los precios”.
Por ello, coincide en que si una casa hace tres años costaba 700 mil, ahorita cuesta 950 mil pesos, hablando de una de interés social, muy pequeña.
“La gente cuando compra casas, no compra casas nuevas, sino que compra casas ya usadas, porque a veces en los créditos nuevos no les alcanza con lo que tienen y las casas usadas sí y el mayo precursor para otorgar créditos es Infonavit, el segundo, son los créditos bancarios a los que no todos pueden acceder, aunque tienen tasas mucho mejores, más bajas y más factibles, pero no todos son acreedores a ese tipo de instituciones porque están en buró de crédito”.
Refirió que si bien, recibe muchas solicitudes para la compra de casas, desafortunadamente sus créditos son muy bajos y optan por unirlos en pareja para hacer un monto mayor. Agregó que hay personas que tienen créditos aprobados por el Infonavit, pero es complicado encontrar casas a ese costo pues es limitado.
“Y los constructores ya no hacen casas, sino complejos, hacen departamentos muy pequeños donde viven 20 o 30 familias, eso es lo que se está moviendo mucho en Xalapa y el constructor no hace casas grandes, sino que son casas pequeñas para que la gente pueda ser acreedora a ese tipo de créditos”.
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A su decir, la pandemia benefició en gran medida al sector inmobiliario porque la gente al pasar más tiempo en sus casas, empezó a buscar cómo mejorarlas, “vino a darle un boom al sector inmobiliario y creció de manera radical”.
“O quererse irse a lugares de playa, en este caso Veracruz y también creció mucho por remodelaciones que le hacían a las casas, como estaban viviendo ahí, decían ‘no pues que le hace falta un cuarto’, ‘le hace falta tal detalle’, por esto el sector de la construcción e inmobiliario fue muy bueno para tiempo de pandemia porque la gente como estaba encerrada buscaba espacios más grandes”.