Boca del Río, Ver.- En este año la aportación del gas natural para la generación de energía eléctrica es de 60 % y a pesar de la propaganda negativa que ha recibido el gobierno de López Obrador la aportación del carbón es de apenas un 4.7%, mientras que las plantas convencionales es del 6% y las energías eólicas y fotovoltaica suman alrededor del 11%, menciona el director general del Centro Nacional de Control de Energía ( CENACE), Ricardo Octavio Mota Palomino.

"De manera que aunque se llame transición de energía al gas natural podemos ver que en nuestro país el gas natural tiene un papel preponderante", enfatiza.

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Sin embargo lo preocupante es que, de lo que consumimos de energía eléctrica producida con gas natural, el 60% corresponde a gas natural importado de Estados Unidos, lo que evidencia la alta dependencia que tiene México de gas natural importado y estima que así permaneceremos los próximos 20 a 30 años.

Dice que las expectativas de nuestro país es ir creciendo en el uso de gas natural para la generación de energía eléctrica, pues no se tiene previsto la sustitución efectiva del parque termoeléctrico por otro tipo de energías y la tendencia mundial es el uso de gas natural para la producción de energía eléctrica.

Esto a raíz de que en Europa ya se declaró energía limpia a la producida por el gas natural y por fuentes de energía nuclear como la que produce la planta de Laguna Verde en Veracruz.

Durante la presentación de su ponencia “Administración del Sistema Eléctrico Nacional”, en el marco del 4° Congreso de Energía que tuvo como sede Boca del Río, el funcionario reveló además que en la actualidad el Sistema Eléctrico Nacional tiene cuatro sistemas diferentes.

Por cuanto hace al sistema interconectado nacional este va desde el norte de Sonora a la península de Yucatán, no obstante el reto pendiente es la interconexión de la península de Baja California que está constituida por tres sistemas.

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Ricardo Octavio Mota reveló además los impactos negativos que ha dejado las reformas al sistema eléctrico nacional: la efectuadas con el gobierno salinista en el 92 y la de Peña Nieto en 2013, donde a partir de la primera empezó la privatización y para la segunda se aceleró y se estableció la creación del Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) que aunque se trata de un organismo público descentralizado, depende directamente de la Secretaría de Energía.

De la misma manera indicó que como parte de las responsabilidades que tiene el CENACE le establecieron: operar el sistema eléctrico mexicano y el mercado mayorista de México; garantizar el acceso abierto a las redes de transmisión y les delegaron la ampliación de las redes nacionales de transmisión y distribución.

Aseguró que de ambas reformas realizadas al sistema eléctrico mexicano la más compleja y de mayor impacto negativo fue la del 2013, pues se trata de una reforma que fue importada de Estados Unidos y en la que la participación de técnicos mexicanos brilló por su ausencia, no obstante lo que quedó es adaptarla a nuestro país.

“Y ahora es con lo que estamos operando y seguiremos operando ante las limitaciones por la no aprobación de la reforma eléctrica que aconteció este año”, admite.

De la misma manera reveló que en México no existe ninguna empresa que promueva energía limpia y barata que permita dar tarifas eléctricas más baratas a los consumidores.

“Todo eso es una falacia, lo que hemos identificado desde el año de 1992 que se promovió las primeras reformas es que existen actualmente en México nueve modelos de negocios diferentes todos conviviendo y diseñados para que agentes privados ganen dinero, no para trasladarlas bondades de tener energía más barata a los consumidores sino para que los privados ganen dinero”, evidenció.