Dado que hasta este momento no existe en México un medicamento que pueda curar el Covid-19, cualquier fármaco que se utilice para tratarlo debe ser recetado y vigilado por un especialista médico, aconsejó José Locia Espinoza, profesor de la Facultad de Química Farmacéutica Biológica de la Universidad Veracruzana (UV).
El experto sostiene que en el caso de una enfermedad desconocida y sumamente peligrosa como el Covid-19 hasta la ingesta del “aparentemente inocuo” paracetamol pudiera tener efectos secundarios en los pacientes que están cursando esta enfermedad, por lo que añadió que los únicos productos que deben utilizarse en casa para combatir esta pandemia son el jabón para manos y el gel antibacterial.
Por ello, hace un llamado a la población a no comprar ni consumir medicamentos que no les haya recetado un profesional de la salud, ya que además de los daños a la salud podrían provocar escasez, encarecimiento e incluso falsificación de algunos fármacos que sí necesitan otras personas para ciertas enfermedades.
Apunta también que la posesión e ingesta de estos medicamentos podría darle a la ciudadanía una falsa sensación de seguridad y se corre el riesgo de que se dejen de lado las medidas de prevención y asilamiento social que las autoridades han recomendado para combatir la pandemia por ser lo único efectivo hasta ahora.
Hay muchos riesgos detrás de la automedicación y la compra y consumo de fármacos que no son recetados por un especialista y eso es algo que hay que dejar muy claro a la población
Solo hay tratamientos
El coordinador de la maestría en Farmacia Química de la UV reconoció que al interior de la comunidad farmacéutica existe preocupación por el consumo que la población esté teniendo de medicamentos que se han anunciado como la cura del Covid-19 y que se pueden conseguir de venta libre en las farmacias.
Ante esto deja claro que, aunque la automedicación no debe emplearse con ninguna enfermedad, frente a esta pandemia es aún más peligrosa. “No hay ningún fármaco completamente seguro, todos son susceptibles a causar efectos adversos, pero en aquellos que ya fueron probados se sabe cuáles son estos efectos.
Lo que sucede con Covid-19 es que un medicamento ya probado para otra enfermedad podría ocasionar una reacción diferente, ya que la información que tenemos del virus es limitada” y, advierte, “es por eso que el tratamiento tiene que venir del personal adecuado, en concreto los médicos, y que sean ellos los que determinen qué sustancia y en qué dosis van a emplear”, refirió.
A casi ocho meses de la aparición del virus SRAS-CoV-2 y sin un medicamento diseñado de manera específica contra el Covid-19 —Estados Unidos y Rusia ya tienen dos prototipos—, el catedrático universitario explica que lo que los médicos han hecho “para no quedarse cruzados de brazos” es echar mano de fármacos que fueron pensados para otros padecimientos pero que resultan eficaces para este nuevo coronavirus. No obstante, advierte que se trata de medicamentos en dosis y combinaciones diseñadas de manera específica para cada paciente y cada momento de la enfermedad.
“El desarrollo de un nuevo fármaco puede llevar muchísimo tiempo, décadas incluso, pero considerando el tamaño de la emergencia que se atraviesa se está trabajando a pasos agigantados en el desarrollo y ya hay ensayos clínicos en diferentes fases, pero ciertamente los médicos no pueden quedarse de brazos cruzados ante una situación en la que urgen tratamientos y se están usando medicamentos que originalmente fueron diseñados para otros padecimientos”, detalló el especialista.
No dejarse engañar
Locia Espinoza formó parte del equipo farmacéutico participante en la Propuesta de medicamentos para el tratamiento de Covid-19 de la Secretaría de Salud federal. En entrevista reconoce que desde el inicio de la enfermedad se ha conocido de fórmulas como la hidroxicloroquina, remdesivir, Ivetxerm, entre otros, que pudieran dar resultados positivos, sin embargo, éstos deben ser estudiados y recetados en casos específicos no comprados por la ciudadanía.
Respecto al hallazgo realizado por el investigador del Centro de Investigaciones Cerebrales de la Universidad Veracruzana (UV), Gonzalo Aranda Abreu, sobre el uso efectivo de la amantadina como tratamiento para el Covid-19, Locia Espinoza reconoce que se trata de una investigación alentadora que debe ser retomada por la comunidad médica de la entidad, ya que se ha documentado su efectividad.
No obstante, reiteró que como en el caso de todos los medicamentos anteriores el uso debe darse con la asesoría de un especialista porque el tratamiento con base en amantadina no funciona de manera individual, sino que requiere de otra clase de tratamientos complementarios.