Boca del Río, Ver.- Después de tres meses cerrados por la pandemia de covid-19, los tradicionales restaurantes del Gran Café de la Parroquia de los 200 Años y el Gran Café de la Parroquia 1808 malecón reabrieron sus puertas para recibir a sus clientes.
Los establecimientos ubicados en el bulevar Adolfo Ruiz Cortines de la ciudad de Boca del Río y en el municipio de Veracruz, son de los restaurantes más concurridos por turistas y por los propios porteños.
Su reapertura, se dio luego de que el municipio de Boca del Río mantuviera el color naranja en el Semáforo de Riesgo Epidemiológico de Covid-19, que implementa la Secretaría de Salud del Estado.
Mientras que en el caso de la sucursal del malecón de Veracruz, buscó hacerli de manera paralela, pues desde junio ya tenía permitido operar al 25 por ciento.
Aunque en menor proporción, los clientes asiduos a estos restaurantes no dejaron pasar por alto la reapertura del tradicional restaurante, por lo que ya han empezado a acudir para degustar de la comida tradicional veracruzana que se sirve.
La apertura de estos restaurante se da a la par del retorno a las actividades en Centros Comerciales, cines y tiendas departamentales que se mantuvieron cerrados por más de tres meses debido a la contingencia.
En ambas sucursales, el regreso a las actividades implicó la implementación de medidas de prevención estrictas para evitar que se presentaran nuevos contagios de covid-19.
En los accesos a los restaurantes se cuenta con un módulo sanitizante, un tapete para limpieza de zapatos, se cuida la higiene de manos y se toma la temperatura corporal de los clientes.
Los comensales por su parte, manifestaron extrañaban ocupar una mesa del lugar, aunque fuera con sus respectivas medidas sanitarias.
Aseguraron que no queda de otra, más que aprender a convivir con el virus del Covid-19, pues es una epidemia que va para largo.
Sin embargo el regreso del establecimiento no solo era esperado por los clientes sino también por los propietarios y trabajadores del lugar.
Por su parte, los establecimientos comentaron que está dando servicio al 50 por ciento de su capacidad e inhabilitaron varias mesas para garantizar de esta forma el distanciamiento social.
Se eliminaron saleros y servilleteros de las mesas, además de que estas son sanitizadas cada vez que son ocupadas por los comensales al igual que las mesas.
El personal cuenta con cubrebocas, mascarillas o caretas, guantes y gel antibacterial, como parte de las medidas instruidas por la Secretaría de Salud.