Se requiere un cambio de mentalidad, pues hay un boom de las bolsas de plástico biodegradables, lo cual representa una alternativa; sin embargo, si no se le acompaña con una campaña de información sobre cómo transformarlas en composta irán a parar a los rellenos sanitarios y a los afluentes donde continuarán contaminando, de acuerdo con Beatriz Castillo Ortiz, estudiante de la maestría en Educación para Interculturalidad y la Sustentabilidad en la Universidad Veracruzana.
Dijo que serán los comerciantes los que más se opongan a la iniciativa de no dar bolsas porque sus clientes dejarán de comprarles. En ese contexto, se requiere una campaña de sensibilización entre la población sobre por qué debe dejar de usarlas, así como qué pasaría si continúa usándolas y los beneficios que se obtendrían si deja de utilizarlas.
Agregó que en un primer momento puede ser difícil para las personas que vivimos en las ciudades y que estamos acostumbradas a que todo se nos dé fácilmente porque la rapidez con la que se vive no nos permite detenernos a pensar que se debe llevar bolsa, pues es más cómodo no llevarla.
"Va a ser difícil que haya un cambio positivo a pesar de que exista una prohibición a los comercios por dar bolsas de plástico si no va acompañada de una campaña de concientización, pues por otro lado muchas empresas aprovechan la desinformación para producir bolsas biodegradables, las que si no se sabe cómo tratar contaminan igual que las demás", opinó.
Castillo Ortiz concluyó en que la prohibición de dar bolsas de plástico ya es un gran avance, aunque luego se tendrá que continuar con los empaques plásticos y con los demás productos que también contaminan.